Asumiendo que los videojuegos ya no son cosa sólo de niños, que existen organismos de calificación que se preocupan de establecer las edades para las que son y no son aptas los juegos, y que en última instancia deben ser los padres quienes controlen los títulos a los que acceden sus hijos, es lógico que el tema de la censura en los videojuegos siga siendo a día de hoy más que controvertido.
Países como Australia por ejemplo parecen estar blindados contra cualquier tipo de contenido violento o que haga la más mínima referencia a las drogas (algo que no ocurre con el cine, por ejemplo), mientras que ciertas compañías parecen obcecadas por evitar la menor muestra de sensualidad en los juegos que llegan a sus consolas.
Sí, en este último caso hablamos de Nintendo, porque la firma nipona ya ha protagonizado más de un titular por ‘tapar’ a las chicas y chicos que aparecen ligeras de ropa en portadas, merchandising o incluso dentro del propio juego, aunque bien es cierto que dicha política suele depender de ciertos territorios.
El último caso lo protagoniza Project Zero: Maiden of Black Water, el oscuro título de acción y terror de Tecmo, puesto que desde Nintendo América han decidido censurar los skins de lencería con los que podíamos vestir (o más bien desvestir) a las protagonistas.
Por ahora no se sabe si esta medida se aplicará también en Europa.