Nintendo siempre ha sido famosa por su habilidad para sorprender en mejor o peor grado a la industria y los propios jugadores con el lanzamiento de dispositivos muy originales, casi inimitables para sus rivales. Pero como decimos estas apuestas tan arriesgadas no siempre triunfan, y un claro ejemplo es Virtual Boy, dispositivo que es considerado como uno de los precursores de la realidad virtual moderna.
Lanzado en 1995, Virtual Boy nunca llegó a cuajar en las tiendas debido a no pocos factores, empezando por resultar bastante incómodo y provocar mareos. Por eso no es de extrañar que Palmer Luckey, fundador de Oculus VR, haya metido a Virtual Boy en el saco de aquellas cosas que no han hecho favor alguno a la realidad virtual:
“En realidad no era un dispositivo de realidad virtual. No tenía seguimiento de cabeza, contaba con un campo de visión muy corto y era en esencia una televisión 3D en monocromo. La asociación de Virtual Boy a la realidad virtual ha hecho mucho daño a la industria a largo plazo”.
El pasado día 7 de enero Oculus VR hizo público el precio de venta de Oculus Rift, su casco de realidad virtual que estará disponible en una fecha aún por concretar, entre marzo y abril de este mismo año. Su elevado precio, 699 euros en Europa, ha levantado no pocas apoyas, llegando a decirse que es el primer clavo en el ataúd de la realidad virtual moderna.