Es triste que un título tan largamente esperado como Metal Gear Solid V: The Phantom Pain lleve semanas siendo noticia por temas que poco o nada tienen que ver con las cuestiones que más nos importan a los jugadores: su capacidad para ofrecer una historia absorbente con un guion complejo y cuidado al detalle, su sensacional apartado gráfico, su apuesta por la jugabilidad abierta y su pretensión por innovar en un campo ya tan manido como el de los juegos de acción, infiltración y sigilo.
Al terremoto levantado por la supuesta salida del máximo responsable de la serie, el creativo Hideo Kojima, de su editora en cuanto el juego pise las tiendas en el mes de septiembre, se le vuelve a unir ahora la polémica por la excesiva sexualización de la figura de acción de Quiet, la joven francotiradora que según parece será uno de los personajes centrales del juego.
Quiet ya levantó cierta polémica cuando fue presentada hará cosa de unos meses por su peculiar vestimenta, o más bien por su falta de ella y por lo exagerado de sus atributos. Desde el primer minuto quedó claro que estaba ahí como reclamo hacia determinado sector dentro del público masculino, aunque el propio Hideo Kojima quiso defender su aspecto alegando que “ha sido creada como una antítesis a los personajes femeninos que enseñan demasiado en los videojuegos de lucha”, afirmando que cuando entendamos el secreto que se esconde tras su aspecto nos sentiremos avergonzados por habernos creado una imagen errónea de ella de forma precipitada.
El caso es que Quiet ha vuelto a levantar polémica al conocerse que la figura de acción que preparan de ella desde PlayArtsKAI contará con “algunos materiales suaves que podrán moverse y apretarse”. Basta con echar un vistazo rápido a las fotografías publicada por Kojima en Twitter para saber a qué se refieren con esta descripción.
Este caso nos recuerda a la polémica generada por el famoso ‘torso mutilado’ de la Edición Coleccionista de Dead Island: Riptide. Se trataba de la figura de plástico de un torso de mujer en bikini con las extremidades amputadas que desde la editora Deep Silver y el estudio Techland, responsables del juego, decidieron incluir en esta edición especial del mismo como reclamo para el jugador, en un movimiento que les salió rana y por el cual se vieron forzados a pedir perdón estilo Juan Carlos I (literalmente: “lo sentimos mucho, no volverá a ocurrir”) al ver como la comunidad se les echaba encima.
En definitiva, parece quedar aún más claro que nunca que el maestro Hideo Kojima ha decidido echar mano con el personaje de Quiet de una estrategia que nos parece tan vieja como rancia; usar el cuerpo de la mujer para vender videojuegos.
Y esto hace que nos preguntemos por qué Kojima ha optado por este camino a sabiendas de que para generar expectación alrededor de sus trabajos le vale de sobra con darnos una pequeña ración de lo que realmente nos importa a los jugadores: algo que nos haga recordar una vez más que nos encontramos ante el que posiblemente sea uno de los mejores videojuegos de 2015.