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Los problemas de Godus llevaron a Peter Molyneux a una profunda depresión

Es oír ‘Peter Molyneux’ y más de un fan de los videojuegos sufre un conflicto interno al enfrentarse en su cerebro el recuerdo de los grandes juegos lanzados por el creativo durante sus años de gloria frente a la insufrible cantidad de promesas incumplidas de los últimos años, siendo Godus, su último título, el más claro ejemplo de que Molyneux ya no es capaz de dar pie con bola.

Recordemos la historia: el caso es que Molyneux abandonó Lionheart Sutidos para fundar 22 Cans, un estudio indie centrado en el desarrollo de títulos para móviles, tabletas y ordenador. Su primer juego fue Curiosity, un título que proponía a la comunidad ‘picar’ un cubo gigantesco hasta llegar a su mismísimo centro, donde aguardaba un misterio que sólo sería revelado al jugador que llegara primero. Dicho misterio ‘le cambiaría la vida’.

Luego se supo que tan sólo se trataba de la posibilidad de ser dios por tiempo limitado en su segundo juego, el citado Godus, más una pequeña cantidad de lo recaudado por este free to play. Que nosotros sepamos el usuario que recibió dicho ‘honor’ aún no ha recibido un solo penique, y de ser dios ya ni hablemos. Pero lo peor es que 22 Cans no está siendo capaz de cumplir con las promesas hechas a los mecenas de Godus durante su proceso de financiación colectiva en Kickstarter, lo que no hace más que manchar su imagen.

El caso es que todo esto llegó a sumir a Peter Molyneux en una profunda depresión tal y como ha confirmado Simon Phillips, actual jefe de 22 Cans en sustitución del propio Molyneux. Según Phillips el creativo “llegó a encarar muchas preguntas como ¿por qué estoy haciendo esto? ¿Qué intento conseguir? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Llegó a tocar fondo”.

Debido a tal situación decidieron juntar a todos los integrantes del estudio para exponer el problema, puesto que “nadie quería hablar de ello, de encarar la situación, pero sabíamos que había que ser conscientes de lo ocurrido, ser prácticos y seguir adelante”.

Pasados unos tres o cuatro meses desde entonces Phillips asegura que “la transformación de Molyneux es sorprendente, está volviendo a ser él mismo y a implicarse en los diseños de nuevo, tanto en The Trail como en Godus. Está diseñando con entusiasmo para ambos proyectos, lo cual es bueno porque ya no tiene que preocuparse por las cosas aburridas de la administración y organización”, ha agregado en una clara referencia a que Molyneux ha pasado de ser la cabeza del estudio a creativo jefe.