Que en un videojuego pueda darse contenido violento, de índole sexual o mención alguna a las drogas es algo que no suelen llevar demasiado bien ciertos gobiernos y sectores de la sociedad que aún ven en este ocio electrónico una forma vil de pervertir a los más pequeños, exculpando como de costumbre a los padres, que son los auténticos responsables de protegerles de todo producto que no sea apto para su consumo (véase películas, obras de teatro, determinados espectáculos, libros, revistas, música, etc.)
El caso es que Alemania es uno de los países donde la censura se está llevando por delante a más videojuegos, y el último en caer ha sido Sleeping Dogs: Definitive Edition, título con el que desde Square Enix buscan recuperar el notable juego de acción de United Frond Games para PC y la nueva generación de consolas.
Este hecho ha sido confirmado por sus propios responsables en Twitter, asegurando que no hay nada que ellos puedan hacer al respecto. Al igual que sucedió con el título original los ‘altos niveles de violencia’ del juego lo convierten en blanco fácil para la censura germana, por lo que a los gamers de dicho territorio no les quedará otra que comprar el juego en el extranjero con ese ‘regustillo’ que provoca lo prohibido.
Por supuesto Sleeping Dogs no es más que un ejemplo, dado que títulos como Wolfenstein: The New Order, South Park: La Vara de la Verdad o la saga Dead Rising no han podido estrenarse en las tiendas alemanas o bien han tenido que salir a la venta modificando de forma u otra sus contenidos.