Que la saga Assassin's Creed está sufriendo un desgaste es algo que multitud de medios y fans no dejan de repetir, y guste o no, es cierto. Ubisoft ha lanzado multitud de entregas durante los últimos años, más de las requeridas para mantener sana una franquicia, y eso finalmente empieza a hacer estragos en el número de ventas.
En octubre salió a la venta Assassin's Creed Syndicate, la última entrega de la saga ambientada en Londres durante la Revolución Industrial, y aunque la crítica ha alabado el juego, considerándolo superior a sus predecesores, Unity y Rogue, eso no ha impedido que sus ventas dejen mucho que desear.
El pasado NPD de USA señaló el número de unidades vendidas de Syndicate, 391.000, una cifra muy inferior a la de entregas anteriores, como Assassin's Creed 3 (con 2,9 millones) o Black Flag (con 1,8 millones). Lo mismo ocurrió hace semanas en Reino Unido, donde su estreno también fue el peor de la franquicia.
¿Conseguirá este bajón en las ventas lo que las peticiones de los fans no han conseguido? ¿Cambiará la postura de Ubisoft respecto a esta saga y dejarán de anualizar sus entregas? Puede que Assassin's Creed se encuentre al borde de la debacle más absoluta. ¿Cuánto le queda a esta franquicia histórica de la compañía francesa?