Por todos es sabido que los productos Made in China, por mucho que a día de hoy alcancen niveles de calidad de lo más punteros, no pocas veces vienen de la mano de ciertas dosis de plagio. El caso de Obox, es uno más empezando por su propio nombre y continuando por su diseño exterior.
Nos encontramos ante la enésima videoconsola Android tras Ouya, GameStick y otras tantas. La diferencia esta vez es que, como decimos, es de diseño y fabricación 100% china, contando con un procesador Tegra K1, 4GB de RAM, tres puertos HDMi, conexión WiFi y LAN y salida de gráficos a resolución 4K, por lo que evidentemente tampoco es que se la pueda acusar de ser una copia barata de Xbox.
Más bien podría decirse que su compañía responsable, Snail Games, se ha ‘inspirado’ en el nombre y las formas de las consolas de Microsoft para impulsar un producto de calidad, más ahora que han anunciado su salto a Occidente para el tercer trimestre de 2015.