Pese a que se crearon bastantes expectativas, con enunciados que nos daban a entender que esta vez la cosa sería distinta a las demás, el caso es que finalmente Xbox One, la consola de nueva generación de Microsoft, aterrizó en Japón hace unas semanas logrando unas primeras cifras de venta bastante desalentadoras. Sin andarnos con tapujos: se trató del peor estreno de una consola ‘importante’ en toda la historia de dicho territorio, y aunque bien es sabido que Japón siempre va a su bola y que no por ello dicha consola va a funcionar mejor o peor en Occidente, lo que sí está claro es que se trata de todo un golpe para una compañía que, pese a todo, dice seguir apostando por un brillante futuro de One en la tierra del sol naciente.
El caso es que pasado ya casi un mes tras su lanzamiento apenas se han vendido 30.000 unidades, cifra muy inferior a la cosechada por 360 en el mismo periodo. Pero las expectativas de la firma tal y como ha declarado el jefe de Xbox en Japón a Kotaku, son las de seguir avanzando: “esperamos seguir recibiendo el feedback de los usuarios para mejorar y ofrecer contenidos con los que todo el mundo se pueda divertir. Hay que presentar la consola a más gente”.
Durante la última semana se han vendido unas 1.113 Xbox One en dicho territorio, cifra muy inferior a la cosechada por una PS4 que, pese a tampoco estar cumpliendo con las expectativas de Sony en Japón, se coloca como la cuarta consola más vendida con 8.033 unidades. La lista como siempre la encabeza 3DS superando las 30.400 unidades, seguida de una Vita que parece coger tirón en Japón con 16.716 consolas vendidas y una Wii U que roza las 10.000.