Parece mentira, pero hoy, 13 de septiembre, se cumplen treinta años desde que Mario, el icónico personaje de Nintendo, protagonista de tantos y tantos títulos para una gran variedad de consolas, vio la luz por primera vez.
¿Quién podía augurar que un fontanero bajito, rechoncho y con un poblado bigote iba a convertirse en uno de los protagonistas de videojuego más importantes del mundo? Desde luego no su creador, Shigeru Miyamoto.
Sin embargo lo hizo. Super Mario se ha convertido en un icono mediático, un personaje que, según las encuestas, es más popular que el propio Mickey Mouse, es conocido en todo el mundo y ha vendido millones de juegos. Y por ello, miles de fans llevan celebrando sus treinta décadas desde hace meses.
Todo comenzó a finales de los años 70, cuando un jovencísimo Miyamoto entraba a trabajar a Nintendo. ¿Su primer proyecto? Un arcade para el público norteamericano que tendría como protagonista a uno de los personajes de animación más exitosos de la época, Popeye el Marino. Un arcade que no llegó a salir adelante debido a que Nintendo perdió la licencia. Un arcade inexistente al que, lo creáis o no, Super Mario debe su existencia.
Y es que el equipo de Nintendo tuvo que ponerse las pilas para crear un videojuego arcade que arrasara no sólo en territorio nipón, sino a nivel mundial. Y ese videojuego fue Super Mar... No, no, mentira. Fue Donkey Kong, otra popular franquicia de la Gran N, que se convirtió en el primer proyecto del joven Miyamoto en convertirse en un éxito.
El juego salió a la venta en 1981, y aunque el villano lanza-barriles se hizo un hueco en el corazón de los fans, fue el protagonista quien pasaría a la historia. Su nombre era Jumpman (o Mr.Video Game, según Miyamoto), un carpintero bigotudo que intentaba salvar a su amada Pauline del violento gorila. ¿Os suena?
Tras muchos éxitos y muchas unidades del arcade vendidas, este Jumpman se renovó. Cambió de nombre, de apariencia e incluso de profesión. Dejó atrás lo de 'Mr. Video Game' y fue bautizado como Mario por Nintendo of America, porque su apariencia les recordaba a la del dueño de uno de los almacenes que tenían alquilados. Se puso un mono azul y una camisa roja, se dejó su característico bigote y sustituyó las maderas y los clavos por las tuberías y los champiñones.
Mario se convirtió en un ejemplo de lo que podía llegar a convertirse los videojuegos. Fue el primer personaje en moverse libremente por toda la pantalla, y el primero en avanzar por escenarios que se iban descubriendo a su paso, gracias a un scroll lateral. Y fue el primero, muchos años más tarde, en moverse libremente por un mundo totalmente en tres dimensiones.
¿Y qué le faltaba al bigotudo fontanero? Un compañero. De esta forma nació su inseparable hermano Luigi, más alto y delgaducho y con su característico color verde. Y a él se unieron muchos otros: la princesa Peach, el villano Bowser, el pequeño Toad, el queridísimo Yoshi, la antítesis del protagonista, Wario... A medida que pasaban los años, más se ampliaba el reparto, y más diversión y variedad ofrecían a los jugadores.
Super Mario revolucionó el mundo de los videojuegos, y su creador, Miyamoto, disfrutó de la recompensa: un BAFTA, la Legión de Honor Francesa, el Príncipe de Asturias a la Comunicación y las Humanidades “por ser el principal artífice de la revolución del videojuego didáctico, formativo y constructivo”, y ser considerado una de las 100 personalidades más influyentes del mundo por la revista Time.
Ahora, para celebrar estos 30 años, os dejamos algunos de los títulos más significativos para la franquicia. ¿Listos?
Super Mario Bros. Publicado en 1985, fue el primer juego de la saga en ser desarrollado para consolas de sobremesa (la mítica NES, concretamente). En él conocíamos al simpático fontanero, a su hermano Luigi, a la princesa Peach y al villano Bowser. De alguna forma, es el juego que realmente inició la trayectoria de la saga.
Super Mario World. Publicado en 1990, ha pasado a la historia como uno de los más queridos para los jugadores. Y no es para menos, ya que, además de ofrecer multitud de retos y coloridos escenarios, supuso la introducción de uno de los personajes más queridos... ¡Yoshi!
Super Mario 64. Publicado en 1996, cambió la forma en que entendíamos los juegos de Mario, ya que fue el primero en presentarnos al personaje en entornos en 3 dimensiones. Cambió el género, ofreciéndonos movimientos totalmente libres. Por algo muchos lo consideraron un juego “revolucionario”.
New Super Mario Bros. Wii. Publicado en 2009 para la nueva plataforma de Nintendo, Wii, revolucionó la saga porque, por primera vez, permitía jugar a la vez hasta a cuatro usuarios utilizando a Luigi, Toad amarillo y Toad azul. Fue el inicio del modo cooperativo en Super Mario, un pequeño hito en la saga.
Super Mario Maker. Publicado... Uy, hace muy poco. El pasado viernes, 11 de septiembre de 2015, en Europa. Este título nos permite construir desde cero nuestros propios niveles de Super Mario. Definido como un juego “casi infinito”, Super Mario Maker sin duda marcará un antes y después en la saga. ¿Veremos más entregas?