Por mucho que se esfuercen en ocultarlo, cuando el río suena agua lleva; si ves las barbas de tu vecino cortar, echa las tuyas a remojar; etc, etc. Queremos decir que en este mundillo, donde las diferentes tendencias mueven millones, nadie se puede quedar fuera.
Por ello si una gran compañía se lanza a por el control por movimiento, las otras van detrás. Si una apuesta por la compatibilidad de su consola con otros dispositivos inteligentes, las otras hacen lo mismo. Si una se moja ofreciendo una plataforma digital para la distribución de sus juegos, el resto también se tiran de cabeza a la piscina. Incluso en los casos que pueden sonar más arriesgados, como en esto tan futurista de ofrecer un dispositivo de realidad virtual con el que llevar un paso más allá la inmersión en los videojuegos, parece que todas las grandes compañías van a acabar metidas hasta el cuello.
Confirmadas tenemos a Oculus VR, promotora en esto de la realidad virtual de nueva generación que hace unos meses fue comprada por Facebook por la friolera de 2.000 millones de dólares, y una Sony que tiene entre manos un Project Morpheus bastante prometedor. También sabemos que en Valve, responsables de Steam, preparan otro dispositivo supuestamente revolucionario, al igual que Nintendo prepara ‘algo’, aunque este punto es aún más enigmático.
Y nos queda Microsoft, de la cual ya se ha dicho de todo. Se ha comentado que buscarían ofrecer un derivado de IllumiRoom, su tecnología con proyectores que convierte nuestra sala de estar en un auténtico entorno virtual. También se ha dicho que estarían detrás de unas gafas tipo Google Glass. Y ahora desde TechRadar aseguran que trabajan en un dispositivo de realidad virtual al estilo de Oculus Rift exclusivo de Xbox One.
Según sus fuentes, Microsoft ya habría distribuido entre algunos desarrolladores varios kits de desarrollo de dicho dispositivo, lo que vendría a confirmar que ya cuentan con una tecnología avanzada e incluso con algún que otro juego de demostración y más de un proyecto en mente.
Como siempre todo esto no son más que rumores, pero ya decimos: cuando el río suena…