Faltaban escasos minutos para que concluyera la masterclass de Andy Serkis ofrecida en el marco del Festival de Zürich, cuando uno de los espectadores le hizo la siguiente petición al actor inglés: “Por favor, ¿podría hablar con Gollum?”. Serkis sonrió, con esa sonrisa de no-es-la-primera-ni-será-la-última-vez-que-me-lo-piden, para acto seguido acercarse el micrófono y transformarse con la voz, el rostro y la postura del cuerpo en ese tan emblemático personaje de El Señor de los Anillos.
Tras esa transformación, celebrada con gritos y aplausos por el público en el Filmpodium de Zürich, Serkis, que antes de Gollum ya contaba con una carrera artística, reflexionó en alto sobre el significado del personaje para él, tantos años después de la primera entrega de El Señor de los Anillos y posteriormente El hobbit. “Es como si fuera mi cuadro de Dorian Gray”, bromeó. Sí, siempre se lo piden, y narró situaciones inverosímiles donde los ruegos para “hacer el Gollum” le han cogido por sorpresa.
Sin duda Andy Serkis se ha convertido en una referencia en la creación de personajes con la técnica de la 'motion capture' [captura del movimiento], y aquella tarde contaría el secreto de ese trabajo. “El secreto es que no tiene ningún secreto”, aplastó Serkis la curiosidad como si fuese una hormiga, y es que según él se trata de actuar, “tal como se hace para enfrentarse a cualquier papel”. La diferencia la pone el uso de la tecnología, no más.
Durante una hora Andy Serkis también contó que a sus padres, “con trabajos de verdad”, no les hizo mucha ilusión que su hijo se metiera a actor. Y entre risas narró la primera vez que su padre, “un hombre serio que se ha dedicado toda la vida a construir hospitales”, fue a verlo al teatro. “Salía completamente desnudo en esa obra en la que me comportaba como un perro”, narró, “¡mi papá no me habló en meses!”. Siempre con un proyecto en la mente, por muy loco que parezca, tal como hacer videojuegos con las obras de William Shakespeare, “¡sería genial!”, decía casi frotándose las manos, Serkis ha iniciado un nuevo nivel en su carrera.
Lo que tiene en mente
Siendo parte de Imaginarium Productions, se ha metido de lleno en la dirección con dos proyectos bastante ambiciosos, como una versión de El libro de la selva -“oscura como se la imaginó Kipling, y por cierto ¡no se canta!”- empleando la técnica de captura de movimiento: “Tenéis que ver a Christian Bale haciendo de puma, ¡una pasada!”. Y el otro filme en cuestión es Breathe, basado en la vida Robin Cavendish, quien a finales de los años 50 quedó paralizado a causa de la polio.
En detalle Serkis cuenta que aunque El libro de la selva fue filmada antes que Breathe, durante el larguísimo proceso de postproducción de la primera, se les ocurrió él y a su socio Jonathan Cavendish poner en marcha la historia de Robin [el padre de Jonathan]. “En siete semanas conseguimos el dinero, y en otras siete rodamos”. Aún no se cree Serkis que esta cinta, protagonizada por Andrew Garfield y Claire Foy, ya esté recorriendo algunos festivales de cine, entre ellos el de Zürich, y se haya vendido a muchos países.
Aquella tarde en Zürich, a Andy Serkis no le pidieron hacer el Caesar de “la peli de monos”, tal como él la llama en broma, un personaje que alimentó aún más la polémica de si los papeles creados con la tecnología de captura de movimiento podrían optar por el Oscar. Sin embargo se puede suponer que Andy Serkis hubiera accedido, no sin antes sonreír y poner cara de no-es-la-primera-ni-será-la-última-vez-que-me-lo-piden.