Hace 10 años comenzaban las “Kedadas Veggies” en Logroño como una forma de dar a conocer la cultura del vegetarianismo. “Nos juntábamos 5, 10, 15 personas”, recuerda uno de sus organizadores, Íñigo Crespo. Entonces, no se hablaba de esta forma de vida que ahora ha conseguido estar en las conversaciones de la calle, en la prensa: “ahora ya nos juntamos 50 o 60 personas en las Kedadas”.
Concretamente, este 10 de noviembre se cumplieron 10 años de estas citas, de las que ya se han realizado 74 ediciones, y lo celebraron con un vino ecológico, con el que brindaron a partir de las 12.30 horas en El Sol Veggie. Esta vez no hubo ruta, pero sí vinos ecológicos y pinchos veggies, además de photocall y muy buen ambiente.
Cuando comenzó esta aventura Íñigo volvía de India, donde 500 millones de personas son vegetarianos hace siglos “y me di cuenta de que aquí era complicado hacer vida social y ser vegetariano o vegano al mismo tiempo porque en la oferta gastronómica a todo se le echaba carne o pescado”.
La “Kedada Veggie” triunfa en Logroño
Aunque las opciones vegetarianas ya están más normalizadas, “todavía te encuentras con bares en los que tienen 10 pinchos y ninguno es apto para vegetarianos”. Desde la organización de las 'kedadas', ven clara la solución: “generalmente van en grupo, si hay un opción vegetariana, esa persona te trae a más personas”. De hecho, hay muchos bares en Logroño que ya han incorporado opciones vegetarianas.
En concreto, hay unas 70 referencias entre bares, restaurantes y tiendas que incluyen opciones vegetarianas en Logroño. “Cada semana o cada dos hay locales que introducen algún producto vergetariano”, celebra Crespo. Sin embargo, la oferta exclusivamente vegetariana no es muy amplia, ya que solo están los restaurantes El Arao y El Sol Veggie. Cada vez cuentan con más clientela para disfrutar de su menú del día, sus cenas o sus pinchos; incluso hay comida para llevar.
Quienes acuden a El Arao o a El Sol Veggie es un público muy variado; por supuesto, tanto veganos y vegetarianos como omnívoros. Sin embargo, una de las voces del vegetarianismo en La Rioja observa que “suele ser gente por debajo de los 50 años, sí que habitalmente es gente que ha viajado o que ha leído más y que está en un entorno social más abierto”.
Íñigo Crespo reivindica que desde colectivos como Cultura Permanente no alientan la vegetalización de la dieta ni están en contra de la ganadería como cree la gente, “por supuesto que sí de la ganadería industrial porque eso es una aberración a todos los niveles, son auténticos Auschwitz para animales no humanos”, explica Crespo.
Recuerda que una vez incluso el alcalde entonces de Nieva de Cameros, que tiene vacas, asistió a una de las Kedadas Veggies. “Nuestras ideología es compatible con una ganadería extensiva, respetuosa, ojalá ecológica como tienen Embutidos Gil en Ocón. No digo que todos tenemos que hacernos vegetarianos, el problema es que en nuestra cultura se come carne en todos los platos. Eso no es sostenible”, considera este vegetariano, que reconoce comer algún huevo de vez en cuando.
“En La Rioja tenemos una de las mejores huertas del mundo”
Es decir, puntualiza que “el problema no es comer carne, es que no sabemos comer sin carne”, considera este impulsor de las Kedadas Veggie, que reinvindica “que en La Rioja tenemos la menestra riojana, los caparrones de Anguiano, tenemos una de las mejores huertas de Europa y del mundo” que no tienen por qué estar acompañados de alimentos de origen animal: “se oye mucho que nos faltan nutrientes, pero eso es todo mentira”.
Aunque no hay una estadística nacional, es evidente que el número de personas que optan por una dieta vegana o vegetaria aumenta y también en La Rioja. Aunque reconoce que “sí hay una parte de moda”, los motivos van mucho más allá. Entre la gente joven, de 12 a 22 años, es donde las opciones vegetarianas cogen más fuerza debido principalmente a motivos relacionados con la sensibilidad animal y el respeto al medio ambiente. Los adultos que retiran los productos de origen animal de su dieta lo hacen fundamentalmente por motivos de Salud.
Los riojanos vendemos como pilares de nuestra gastronomía las chuletillas al sarmiento o las patatas con chorizo y el disfrute alrededor de una mesa llena de carne. Este miembro del colectivo Cultura Permanente valora que la clave para entender este consumo “insensato” de productos animales es que “ponemos el placer por encima de todos los criterios éticos : 'es que a mí me gusta el jamón' o 'es que no puedo no comer carne'”, lo que para él no es un argumente válido: “si no puedes evitar comer carne, igual eres un yonki, carnívoros anónimos los llaman en Chile”.
Aunque reconoce que es complicado, 74 Kedadas Veggies después, uno de sus creadores es contundente y optimista: “yo estoy convencido de que todo esto está cambiando, va a cambiar más”.