La Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente ha concedido ayudas por un importe total de 40.000 euros a una docena de asociaciones sin ánimo de lucro para la realización de actividades y puesta en marcha de proyectos de educación ambiental que se desarrollen en La Rioja.
El objetivo principal de esta línea de ayudas, que aporta desde hace dos décadas la Dirección General de Medio Natural, es fomentar actividades que se ofrecen a los ciudadanos, desde campañas de información, comunicación y sensibilización, acciones de participación social en la gestión ambiental, así como iniciativas de formación ambiental no reglada ya sean cursos, jornadas, seminarios, simposios y congresos dirigidos a los sectores de población implicados en la resolución de problemas ambientales.
Las asociaciones que han resultado beneficiarias en la convocatoria de 2018 y cuya resolución de adjudicación publicó ayer el Boletín Oficial de La Rioja han sido la Asociación Socio Cultural Ciudad de Libia (4.488 euros), Participación ciudadana (3.523 euros), Asociación Lutreola (4.320 euros), Cruz Roja Española en La Rioja (2.411 euros), Universidad Popular de La Rioja (4.240 euros), Amigos de Tierra de La Rioja (3.588 euros), APA C.P. Virgen de Aradón de Alcanadre (2.912 euros), Plena inclusión La Rioja (1.264 euros), Asociación de Desarrollo del Alto Ebro (3.442 euros), Ecologistas en Acción de La Rioja (2.018 euros), Asociación Riojana de Educación Ambiental (3.229 euros) y Asociación para la defensa del medio ambiente rural de La Rioja (4.559 euros).
Entre los proyectos subvencionados se encuentran actividades extraescolares de educación ambiental, un proyecto de escuelas sostenibles, talleres de educación ambiental para personas con discapacidad intelectual, cursos de formación en flora y fauna invasora o un taller para dar a conocer los ríos y riberas de La Rioja, entre otros.
El Gobierno de La Rioja convoca estas ayudas para cofinanciar actividades de educación ambiental desde el año 1996 con el propósito de contribuir a que los ciudadanos adquieran una mayor sensibilización y conocimientos sobre cuestiones ambientales, así como valores y destrezas que les capaciten, tanto de forma individual como colectiva, para participar en la resolución de problemas ambientales.