Al menos 61 personas han muerto y 116 han resultado heridas este miércoles a causa de la explosión de una bomba en un popular mercado de Ciudad Sadr, un barrio chií de Bagdad. El atentado se ha producido seis días antes de que las tropas estadounidenses se retiren de las localidades y ciudades iraquíes. Se trata de el peor atentado sucedido en este año.
Pese a que la violencia en Iraq ha descendido notablemente en el último año, la insurgencia sigue perpetrando atentados mortales para socavar al Gobierno y alentar el conflicto sectario. Hace cuatro días que el Ejército estadounidense entregó a las fuerzas locales el control del área de Ciudad Sadr, donde tuvieron lugar intensos enfrentamientos de estadounidenses e iraquíes contra la insurgencia chií en la primavera del pasado 2008.
El lunes tuvieron lugar otros atentados cuando se sucedieron una serie de explosiones que dejaron un total de 27 muertos en todo el país. También la semana pasada murieron 73 personas en la provincia de Kirkuk por la explosión de un camión bomba. En abril, dos mujeres suicidas mataron a 60 personas en un templo chií de Bagdad, y justo antes dos coches bomba dejaron 51 muertos en Ciudad Sadr.
Ciudad Sadr es un bastión chií con un profundo sentimiento antiestadounidense. Sin embargo, el Ejército chií del Mahdi ha congelado prácticamente todas sus actividades desde el año pasado y las fuerzas gubernamentales iraquíes han retomado el control de la zona.
Las tropas estadounidenses invadieron Iraq hace seis años, ahora tienen previsto abandonar el país completamente en 2012, según un acuerdo de seguridad firmado por Bagdad y Washington el año pasado.