El tenista español Rubén Ramírez Hidalgo estuvo cerca hoy de dar la gran sorpresa en la Pista Central del Masters Series de Montecarlo al tener al borde de la eliminación al suizo Roger Federer, número uno del mundo, ante el que cayó en tres mangas por 6-1, 3-6 y 7-6 (1).
Y es que el alicantino llevó hasta el límite la paciencia del de Basilea, que había amagado con solventar el choque con inusitada facilidad. Sin embargo, Ramírez Hidalgo se asentó y aprovechando los numerosos errores no forzados del helvético, empató el partido y tuvo dos saques para dar la campanada, momento en que los nervios aparecieron, situación que su rival no perdonó como de costumbre para sentenciar en la 'muerte súbita'.
El alicantino partía como víctima en este duelo y durante más de media hora así lo pareció. Había cedido el primer set por un contundente 6-1 y el de Basilea se presentaba como infranqueable. Sin embargo, Ramírez Hidalgo no desaprovechó el nefasto día que el helvético tuvo a partir de ese momento y que le llevó a acumular más de 50 errores no forzados (54, seis menos que en su última final en Roland Garros).
Con semejantes concesiones, al levantino le bastó con asentarse más en la pista y ser mucho más agresivo. Federer no sólo perdió la iniciativa, sino también la paciencia, dejando al descubierto todas las deficiencias que ofrece su tenis cuando llega la tierra batida, una superficie donde hoy se acentuaron las dudas sobre su estado de forma.
De todos modos, las cosas empezaron bien para el reciente campeón en Estoril. El 6-1 del marcador en la primera media hora amagaba con confirmar los pronósticos a favor del de Basilea, pero no fue así. Ramírez Hidalgo reaccionó, afinó su 'drive' y recibió la inestimable ayuda del helvético, incapaz de aguantar los largos peloteos.
La derecha del alicantino le permitió mantener alejado a su rival, que totalmente dominado se vio 3-0 abajo en el segundo set. El español pudo incluso romper y hacer el 4-0, aunque tampoco se puso nervioso por el rumbo que estaba tomando el choque y acertó a forzar el tercer parcial.
Ahí, el levantino rozó la 'gloria'. Con Federer más desconocido que nunca, Ramírez Hidalgo rompió en dos ocasiones, se puso 5-1 y, primero restó para ganar, y posteriormente tuvo dos servicios para finiquitar el choque. Los nervios aparecieron entonces y el suizo encontró el resquicio para tener su oportunidad. Hizo cinco juegos consecutivos y el español ya sólo pudo forzar un 'tie-break' con sabor amargo.