El Juzgado de Instrucción nº 33 de Barcelona ha admitido a trámite la que sería primera querella por injurias homófobas presentada en España por una pareja homosexual contra la empresa donde trabajaba, la mutinacional austriaca Gartner KG, y dos de sus directivos. La pareja fue supuestamente sometida a un trato vejatorio y uno de sus jefes llegó a escribir un correo electrónico a la central de la empresa en el que calificaba a los dos trabajadores de “enfermos” e instaba a despedirlos.
La magistrada Silvia López Mejía ha considerado que los hechos denunciados pueden ser constitutivos de delito. “Decir que un compañero de trabajo es homosexual no es injurioso, llamarlo enfermo y procurar su despido por esta causa sí”, señala el auto. En un correo electrónico presentado como prueba y que fue hallado por los trabajadores en una impresora de la empresa, uno de los acusados reconoce “haber tenido el placer de leer sus correos privados de increíble contenido guarro” y afirma que los dos empleados “tienen que desaparecer cueste lo que cueste”.
Uno de los directivos presuntamente implicados ha negado los hechos, asegurando que con el recurso a la vía penal lo que los querellantes buscan es “obtener el máximo rendimiento en cuanto a la indemnización”. “Si fuera homófobo no habría aguantado diez años en Barcelona”, ha declarado, recurriendo además a “lo típico” de tener muchos amigos homosexuales.
Antonio Poveda, presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, ha felicitado públicamente a la pareja por “atreverse a denunciar”, recordando que la mayoría de homosexuales despedidos por su orientación sexual suelen acudir a los Juzgados de lo Social para intentar que su despido se declare nulo o improcedente, pero rara vez recurren a la jurisdicción penal. Y es que, en estos casos, “la dificultad radica en probar el comportamiento humillante y discriminatorio”, tal y como señala David Aineto, abogado de los querellantes.