Ante el derrumbamiento ocurrido esta mañana en el edificio anexo al colegio Adoratrices de Logroño, el colegio Purísima Concepción y Santa María Micaela (Adoratrices) lamenta, en primer lugar, “la muerte del trabajador alcanzado en el derrumbamiento, así como los daños sufridos por sus compañeros”.
Del mismo modo “trasladamos nuestro dolor y acompañamiento a sus familias en momentos tan duros”.
Como han explicado a través de un comunicado de prensa, cuando han ocurrido los hechos también se encontraba personal del centro en el colegio, pero nadie ha resultado herido. Todas las personas han sido evacuadas de inmediato.
Además quieren aclaran que el edificio donde se ha producido el derrumbamiento no pertenece al colegio. “La congregación lo vendió hace unos meses a una promotora que proyecta construir en él una residencia”.
“Agradecemos todas las muestras de cariño recibidas y pedimos a todo aquel que lo desee que se una a nuestra oración por todas las personas afectadas y sus familias”, finalizan.