El presidente de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de La Rioja (AFA-Rioja), Alberto de Pablo, ha abogado por “incluir el conocimiento adquirido en la investigación para mejorar la calidad de vida de los afectados” por la enfermedad, dentro del área sociosanitario, y “extenderlo a los cuidadores”, entre otras cuestiones para que “una vez que su labor de cuidador haya finalizado puedan regresar a su vida cotidiana”.
Ha sido en una comparecencia de prensa, acompañado de Esperanza Moraga la gerente de la entidad, y de un afectado de demencia fronto temporal, José Javier Sáenz, con motivo de la conmemoración el 21 de septiembre del Día Mundial del Alzhéimer.
Este año se celebrará bajo el lema 'Investigación en el itinerario de la demencia' que “une investigación y acciones, porque no nos debemos quedar solo con la investigación, que cada día hay más, sino tomar acciones con el conocimiento adquirido”. Como es habitual saldrán a la calle con mesas informativas y recaudatorias, cuyos beneficios irán destinados a los fines de la propia Asociación.
De Pablo ha señalado que cuentan con dos centros en Logroño, el de Menéndez Pelayo y el de la calle Manresa de Yagüe, que atiende a 158 usuarios, a través de 17 trabajadores. Allí realizan la “atención integral” de los afectados, que proceden normalmente del servicio de Neurología.
Por otra parte, el presidente de AFA Rioja ha manifestado que continúan con el proyecto de hacer un “censo del Alzhéimer” porque “desconocemos cuántos enfermos hay en La Rioja -se cree que podrían ser hasta 5.000-, aunque ya hemos realizado contactos con Salud para trabajar conjuntamente”.
A ello, ha unido la formación en diferentes pueblos en colaboración con CEAFA e información sobre la enfermedad y factores de riesgo, en este caso con las farmacias de la región.
Finalmente, De Pablo ha reclamado que los médicos de cabecera “tengan herramientas suficientes para poder hacer las detecciones -tipo test- y articular en la mayor brevedad el mecanismo de especialistas, en este caso los neurologos”.
A continuación, ha tomado la palabra Sáenz, de 60 años, afectado cuando tenía 58 años de una demencia fronto temporal, que hizo que tuviera que jubilarse como soldador debido a la enfermedad. Ahora realiza una serie de acciones en AFA Rioja con el terapeuta ocupacional, no necesitando “de momento medicación”, y con trabajos de memoria en casa.
Ha recordado que “en el día a día veía que tenía fallos de memoria, y la gente decía que era cosas de la edad, pero en un año cometí dos errores muy graves en el trabajo y por ello fui al médico de cabecera, que me hizo un test y vio que algo había, y por ello fui derivado a Neurología” que “es donde salió todo”.