Este 12 de marzo se celebra el Día Mundial del Glaucoma, un grupo de enfermedades que provocan una degeneración del nervio óptico y que, en La Rioja, lo padecen aproximadamente más de 6.900 personas aunque unas 3.400 de ellas no lo saben.
La pérdida progresiva de la visión es su síntoma principal pero, en el caso de la mujer, puede verse influenciado por los distintos cambios hormonales que se producen a lo largo de su vida (pubertad, menstruación, embarazo, lactancia, menopausia, etc.). Por este motivo, la Asociación de glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) advierte sobre la falta de investigaciones y estudios en profundidad centrados en el glaucoma en la mujer. En la actualidad, se calcula que aproximadamente 3.502 mujeres de La Rioja padecen esta patología ocular.
“Las mujeres con glaucoma tienen que hacer frente a muchísimas dudas sobre cómo actuar en casos como el embarazo, el parto, la anticoncepción, la menopausia, etc. Normalmente se suelen afrontar estos procesos siguiendo el sentido común, tanto por parte del paciente como de los médicos, pero es una problemática aún desconocida y de la cual aún no sabemos su verdadero alcance”, señala Delfina Balonga, presidenta de AGAF.
Por ello, desde la Asociación de Pacientes se solicita que se divulguen y se expliquen los conocimientos obtenidos en las escasas investigaciones que se realizan sobre este aspecto con el fin de tener una norma científica y concreta de actuación en cada caso y en cada fase de la vida de la mujer.
El glaucoma se caracteriza por una pérdida de la visión periférica (como si miráramos a través de un túnel) y, en ocasiones, también central debido al daño progresivo que se produce en el nervio óptico. En los primero estadios, el cerebro compensa el déficit de visión por lo que es casi imposible que el paciente note la pérdida de capacidad visual. Esta situación asintomática provoca que, aunque en España se calcula que existe alrededor de un millón de personas con glaucoma, aproximadamente la mitad de ellos (cerca de 516.000 españoles), no saben que lo padecen.
En la actualidad no se conoce cura para el glaucoma pero una detección temprana es clave para ralentizar el daño que provoca. Por este motivo, la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares, así como los pacientes y familiares de la asociación, señalan la importancia de realizarse una exploración oftalmológica una vez al año, sobre todo a partir de los 45 años, para detectar este problema ocular tan frecuente. En ningún caso el paciente recupera la visión perdida, pero un diagnóstico precoz evita daños adicionales y puede frenar su desarrollo y, de esta forma, no perder la visión total.
Una vez realizado el diagnóstico es fundamental realizar revisiones pertinentes y periódicas, además de seguir todas las indicaciones de los médicos oftalmólogos para poder gestionar de la mejor forma posible esta patología ocular. Los tratamientos que se utilizan en esta enfermedad van desde la aplicación de colirios hasta la intervención quirúrgica.