Agentes pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de La Rioja han llevado a cabo la detención de un varón por su presunta participación en un delito de amenazas llevadas a cabo con un arma de fuego corta y un delito de resistencia/desobediencia. Se trata de un varón de 57 años de edad, nacido en Logroño y con residencia en esta misma ciudad, cuenta con 9 detenciones previas por delitos de diversa índole.
Al parecer el citado varón se encontraba en un bar y debía el pago de varias consumiciones, las cuales no quería pagarlas, por lo que tuvo problemas con la camarera y con varios clientes allí presentes. Los agentes uniformados fueron comisionados por la Sala CIMACC 091 puesto que se había recibido una llamada porque al parecer, un hombre había amenazado a otro con un arma corta de fuego en un bar de Logroño.
Una vez en el lugar los agentes actuantes se entrevistaron con la camarera y esta les manifestó lo sucedido: que sobre las 00:00 horas había tenido problemas con un varón, quien estaba bajo los efectos del alcohol y que quería abandonar el local sin abonar sus consumiciones. Justo cuando estaba abandonando el local este varón habría tenido problemas también con unos jóvenes que se encontraban en la terraza. Que se había subido en el vehículo, había dado marcha atrás y una vez a la altura de la mesa de los jóvenes, había sacado un revólver, había apuntado a uno de ellos y le había hecho el gesto de dispararle. Tras lo cual, el varón había abandonado el lugar a gran velocidad con su vehículo.
Los Policías, tras revisar las imágenes de las cámaras de seguridad del bar y realizar las comprobaciones pertinentes, se desplazaron hasta el garaje de la vivienda del ahora detenido, donde encontraron al varón escondido detrás de un muro. Le ordenaron, en reiteradas ocasiones que saliera de allí con las manos en alto y que tirara inmediatamente el arma, pero este siempre hacía caso omiso a las órdenes de los policías y finalmente huyó del garaje por una puerta interior.
Minutos después, observaron cómo un varón se introdujo en el ascensor y bajó hasta la planta -1, portando una vara de tronco de bambú de unos 160 cm de largo en su mano, vistiendo una ropa diferente a la que portaba antes y se había afeitado el pelo y la barba. Pero a pesar de los cambios físicos que se había provocado, los agentes lo reconocen sin ningún género de dudas y proceden a su detención de inmediato. De manera espontánea, en ese mismo momento el detenido manifestó que posee diversas armas reales “enterradas por ahí” y que no les piensa decir dónde.
Los agentes vuelven a bajar al garaje del edificio, donde localizaron perfectamente escondido el revólver con el que había amenazado al joven de la terraza del bar y el que portaba en la intervención con los agentes. El autor de los hechos había poseído licencia de armas, pero esta ha expirado en 1990. El arma era un revólver marca DENIX, de color metálico con dos cachas de madera, de unos 310 mm de longitud y con un cañón de 155 cm. Con 6 cartuchos metálicos, de color dorado de unos 30 cm de longitud.