Al menos ocho periodistas han sido asesinados impunemente en lo que va de año en Somalia, según Amnistía Internacional (AI), que ha advertido de que la situación que vive este colectivo profesional desde diciembre del año pasado, cuando las fuerzas etíopes aliadas al Gobierno Federal de Transición tomaron Mogadiscio y derrocaron al gobierno de la Unión de Tribunales Islámicos, es “la peor desde la desintegración del Estado” tras el derrocamiento del presidente Siad Barre en 1991. En los años posteriores a la caída de Barre, en los que no hubo un gobierno efectivo, “se crearon gradualmente periódicos y otros medios de comunicación privados y los periodistas pudieron informar sin sufrir repercusiones violentas en la escala en que las sufren ahora”, afirmó AI en un comunicado.
En cambio, desde que las fuerzas etíopes tomaron Mogadiscio, “la situación del colectivo de periodistas ha seguido deteriorándose, y este año han muerto ocho periodistas en crímenes que han quedado impunes”, prosiguió.
El caso más reciente ha sido el de Bashir Nur Gedi, director en funciones de Shabelle Media Network, a quien unos hombres sin identificar mataron a tiros en su domicilio la noche del viernes 19 de octubre.
Amnistía Internacional ha pedido al Gobierno Federal de Transición que investigue “sin demora y de forma eficaz e imparcial” el homicidio o las amenazas de violencia contra periodistas y que ponga a los responsables a disposición judicial en juicios justos y sin recurrir a la pena de muerte. Asimismo, “las autoridades también deben cumplir con su responsabilidad de proteger a los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación de estas agresiones”.
El Gobierno Federal de Transición, según AI, debe asimismo impedir los cierres de las instalaciones de los medios de comunicación por parte de las fuerzas de seguridad y las detenciones periodistas.
Según Amnistía, se ha creado un ambiente “en el que los ataques contra periodistas por parte de las fuerzas de seguridad del Gobierno Federal de Transición y de los grupos armados de oposición, en represalia por su labor informativa, se han convertido en algo habitual”. “La intimidación de periodistas ha pasado a ser una estratagema utilizada por todos los bandos del conflicto de Somalia”, advirtió.
Por ello, Amnistía Internacional ha pedido también a los grupos armados activos en Somalia y opuestos al Gobierno Federal de Transición que pongan fin a sus intimidaciones, amenazas violentas y homicidios contra periodistas.
“Estas agresiones a periodistas a manos del Gobierno Federal de Transición y de los grupos armados violan los derechos a la libertad de expresión y de los medios de comunicación, reconocidos en tratados internacionales y regionales de Derechos Humanos y en la Carta Federal de Transición de Somalia”, manifestó AI.