El 11-M sigue muy presente en la sociedad madrileña, no sólo en la placa de homenaje que se dedicó a los fallecidos, 192, sino también en las diferentes estaciones de Renfe donde estallaron las bombas.
Todas las víctimas y heridos, que rozaron los 2.000, serán objeto de homenaje hasta que termine la jornada. Pero una vez más, sin excepción, partidos políticos y asociaciones de víctimas afrontan este día para el recuerdo desde la división y el enfrentamiento.
Tanta es la tensión entre unos y otros que este año por primera vez la conmemoración del 11-M no va a constar de un gran acto institucional sino que cada asociación e institución ha decidido organizarlo de manera independiente.
Ahora bien, entre los actos oficiales a primera hora del día, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, encabezará la ofrenda floral que se hace cada año frente a la placa situada en la Puerta del Sol, dedicada a todas las víctimas de los atentados. El Ayuntamiento de la capital también se sumará algo más tarde a estos actos inaugurando un monumento en la estación de Cercanías de El Pozo, donde estalló una de las bombas. En el acto estarán presentes el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón. A este acto también acudirán el candidato socialista a la Alcaldía, Jaime Lissavetzky, y la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo , Ángeles Pedraza.
La inauguración de esta obra no está exenta de polémica, ya que la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón, ha acusado al Consistorio madrileño de convocar el acto “unilateralmente” sin contar con sus propuestas ni compromisos previos.