En la sesión de pleno celebrada este viernes por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja, presidida por Fernando Ezquerro, y tal como corresponde a esta época estival, han sido aprobadas las Normas de Campaña que regularán la vendimia de 2022.
De este modo, en la próxima vendimia se amparará el 95% de los rendimientos tipo establecidos por las normas de la Denominación en el caso de las uvas tintas (6.175 Kg. por hectárea), y el 100% de los establecidos para uvas blancas (9.000 Kg. por hectárea).
Según las normas aprobadas en el día de hoy, se permitirá la entrada en bodega de hasta un 105% de los rendimientos tipo establecidos por la Denominación, tanto para las uvas tintas como blancas.
En el caso de las uvas tintas, se ampara el 95%. Del 10% adicional, la transformación del primer 5% se destinará a vino común y, la del 5% restante, a destilación.
En el caso de las uvas blancas, se ampara el 100%, destinándose la transformación del 5% adicional a vino común.
El rendimiento de transformación amparable de uva en vino será del 70%.
En el contexto de los trabajos de preparación para la vendimia y el análisis técnico que el Consejo Regulador lleva a cabo a este respecto, el órgano de control del organismo observa que tras una entrada en el periodo estival seca y calurosa, con olas de calor en el mes de junio poco frecuentes que extremaron las temperaturas, estas particularidades no condicionaron en demasía al viñedo, que ha mantenido un desarrollo correcto en su fase de crecimiento vegetativo.
La floración y el cuajado fueron extraordinarios, destacando especialmente el cuajado en la variedad garnacha, más sensible en ese periodo pero que, sin embargo, el resultado de su desarrollo ha sido muy bueno. El tempranillo por su parte, variedad reina de la Denominación de Origen Calificada Rioja, se encuentra también en una situación correcta.
Atendiendo a los parámetros de fertilidad, cabe destacar que, a nivel general en la DOCa Rioja, es inferior a la de la anterior campaña, factor que está estrechamente relacionado con la cosecha por lo que, a priori, parece que podría preverse una cosecha más moderada, si bien quedaría por averiguar el número de uvas por racimo, con la información relativa al peso y tamaño que puedan alcanzar, para poder terminar de constatarlo.
En lo referente a la integral térmica, a cierre de junio fue significativamente superior a la correspondiente en la misma fecha del año pasado. Al inicio de la brotación, se disponía de una integral térmica más baja -situación que provocó una brotación más tardía con respecto a la pasada campaña- pero poco a poco fue mejorando, hasta encontrarnos en la situación más reciente, con una integral térmica entre un 25% y un 30% superior al año pasado.
Esto supone un adelanto significativo del ciclo en estos momentos, que podemos estimar de media para toda la Denominación de Origen en torno a los 12 o 15 días aproximadamente de adelanto con respecto al año anterior. Esta situación actual de adelanto, sin embargo, no condiciona la vendimia, puesto que aún queda un margen considerable de tiempo; se trata de un dato orientativo que indica la precocidad del ciclo.
Si bien el mes de junio fue bastante seco, hubo precipitaciones significativas en los primeros días de julio, con lluvias concentradas principalmente en la zona de Rioja Oriental (el acumulado hasta el día 6 de julio se dató por encima de los 20 o 24 litros aproximadamente en la zona más oriental).
En lo relativo a esta fase de envero, si bien se observó de modo aislado el primer cambio de color de las uvas el día 1 de julio en Pradejón -un adelanto bastante considerable con respecto a 2021, de alrededor de 20 días en esa parcela concreta-, no es la media de la región y ha sido a partir del día 6 de julio, en la zona de Aldeanueva de Ebro y Alfaro, donde comenzó a apreciarse con mayor intensidad y es relevante porque marca el comienzo de la explosión del envero, subiendo desde la Rioja Oriental hacia Logroño, propiciado por el buen tiempo y la ausencia de lluvias y tormentas, favoreciendo la fase inicial de la maduración, siguiente paso natural.
En este sentido, atendiendo a la teoría, se puede prever que en 35 o 40 días aproximadamente llegaría el momento de vendimia, aunque aún no se puede saber con certeza, porque depende del impacto de los factores climatológicos.
La sanidad de los viñedos es extraordinaria y continúan su desarrollo de manera óptima. Dos aspectos que resultan clave en este momento particular, atendiendo a la intensa ola de calor que atravesamos, es el riego del viñedo y mantener su hoja: no es un año de extremado riesgo, puesto que el vigor es menor que en el año anterior; si hubieran presentado más vigor, se podrían dar más problemas por golpes de calor, como defoliaciones o parada vegetativa en los viñedos por las altas temperaturas, pero no se han observado daños.
El mayor riesgo lo tienen los viñedos jóvenes, que son los que tienen un vigor más alto y, por tanto, una demanda hídrica mayor.
Habrá que observar, de aquí a finales de mes, lo que depara la meteorología, pendientes de los riesgos de tormentas con granizo, pero actualmente, las condiciones son extraordinarias para llegar a una vendimia sana, probablemente adelantada -si bien no es posible asegurarlo completamente-, con una cosecha quizá moderada, que nos terminarán de ratificar los datos de fertilidad.
UAGR critica “que se permita la entrada de un 5% más de uva con destino a la destilación”
La UAGR critica que “se permita la entrada de un 5 por ciento más de uva con destino a la destilación”. La organización agraria, a través de un comunicado, ha indicado que defiende que un 95 por ciento de rendimiento, más un 5 por ciento por “circunstancias climáticas”, es más que suficiente ante la complicada situación del mercado del Rioja y el estado actual del viñedo por la sequía.
Precisamente, la UAGR ha votado en contra esta mañana en el Pleno del Consejo Regulador porque considera “absurdo introducir, además de un 5% de uva para vino de mesa, otro 5 por ciento más de uva con destino a la destilación”. “Máxime cuando se podía haber conseguido una mayoría suficiente para que en la próxima vendimia se permitiera la entrada en bodega únicamente del cien por cien del rendimiento (95 por ciento para vino amparado y un 5 por ciento más por ”circunstancias climáticas“)”, ha añadido.
La UAGR-COAG se cuestiona “qué sentido tiene permitir la recepción de 20 millones de kilos de uva con destino a la destilación, si ni sirven para aumentar la calidad del vino de Rioja ni suponen rentabilidad para nadie”.
Por último, la Unión pide que “este esfuerzo de contención, que se realiza para reducir los excedentes que hay en la DOC Rioja, sea compensado en las liquidaciones de la uva y el vino a granel, tras dos campañas con precios por debajo de los costes de producción”.
ARAG-ASAJA exige a las bodegas que mejoren los precios de la uva
ARAG-ASAJA ha exigido a las bodegas que mejoren los precios de la uva de esta campaña tras votar a favor de las normas de vendimia para 2022 en el Pleno del Consejo Regulador que ha tenido lugar esta mañana y en el que se ha aprobado, “por casi un 85 por ciento de los votos, controlar por tercer año consecutivo una reducción de rendimientos ante las perspectivas que se esperan para la comercialización por el difícil entorno macroeconómico”.
Una decisión “difícil”, “responsable”, y sobre la que no había otra alternativa ya que un “exceso en la producción esta campaña solo generaría volver a tirar los precios”, ha señalado la organización agraria en un comunicado.
No obstante, ARAG-ASAJA ha exigido una vez más que se “valore el esfuerzo que está realizando el sector productor para recuperar la sostenibilidad económica del modelo Rioja, con un incremento de costes que el viticultor no está viendo recompensado durante estos años en el precio de la uva”.
En este sentido, una vez más ha insistido en que cualquier acuerdo con su organización debe tener en cuenta “que no habrá crecimiento de masa vegetal de la DOCA Rioja sin que haya rentabilidad para los agricultores”.
Por último, ARAG-ASAJA ha valorado que el acuerdo permita reducir el excedente de producción ya que con ello “se contribuirá a evitar que haya uva o vino de la próxima cosecha que se quede sin comprador”.
FECOAR: “La DOC asume un recorte de su producción gracias al apoyo de las cooperativas”
FECOAR ha señalado que la DOC Rioja ha asumido “un recorte de su producción para la próxima campaña gracias al apoyo de las cooperativas”.
En una nota de prensa, han apuntado que “tras varias intensas semanas de negociación y de incertidumbre” esta mañana el pleno del Consejo Regulador ha llegado a un acuerdo para “reducir, de cara a la próxima campaña de vendimia, el rendimiento de producción tipo marcado por el pliego de condiciones al 95% para las uvas tintas (6.175 kg/ha), mientras que para las uvas blancas se mantiene al 100% (9.00 kg/ha)”.
Dicho acuerdo, que “no pudo materializarse en la anterior reunión del pleno celebrada el viernes pasado, ha podido finalmente llegar a buen puerto gracias al respaldo de este por parte del sector cooperativo riojano”.
El portavoz de FECOAR, Abel Torres, ha explicado que “inicialmente la posición fijada por la inmensa mayoría de nuestras cooperativas era la de no rebajar el rendimiento de producción ya que entendemos que una reducción del 5 por ciento de la producción no va a contribuir de forma eficiente a reequilibrar la situación actual de exceso de stocks y de bajos precios en nuestra denominación”.
“Creemos que tenemos que concentrar nuestro esfuerzo en garantizar de forma eficiente la calidad de nuestros productos, en la idoneidad de estos de cara a lo que pide el consumidor y pegar un empujón fuerte en ventas. Sin embargo, ante el planteamiento mayoritario de la mesa del Pleno, hemos preferido ceder una vez más las cooperativas debido a la enorme presión que ha existido en la negociación”, ha añadido Torres.
Además, ha destacado que “no es coherente que no hayamos conseguido hoy un compromiso de no plantar al menos durante 3 años, cuando si que se nos viene pidiendo al sector productor un esfuerzo de recortes en producción en este último trienio.”
Desde la FECOAR, advierten que la situación actual “empieza a ser crítica para una gran parte del sector productor con unos costes de producción desorbitados y sin embargo con unos precios de uva y de vino a granel que no se corresponden con esa realidad”.
Torres ha comentado que “la situación es cada vez más insostenible para nuestros socios y estamos ante una crisis en la que el último peldaño de la cadena alimentaria tiene que asumir la mayor parte de las perdidas de todos los eslabones anteriores”.
Para concluir, el portavoz de FECOAR ha indicado que “aunque no estamos nada convencidos de su eficacia, asumiremos un recorte en la producción, pero pedimos a la otra parte de la mesa que sea sensible con la parte productora, abogando por precios dignos que permitan no solo su supervivencia sino una garantía de rentabilidad”.