Las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), conocidas como Selectividad, arrancan esta semana en Asturias (2, 3 y 4 de junio), La Rioja (3, 4 u 5 de junio) y Navarra (3, 4 y 5 de junio), según datos recopilados por Europa Press. La siguiente comunidad autónoma en celebrar estas pruebas es Castilla-La Mancha (8, 9 y 10 de junio), seguida de Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Baleares y Madrid, todas ellas los días 10, 11 y 12 de junio. Madrid se reserva también el día 12 para la realización de los ejercicios correspondientes a materias coincidentes e incidencias.
Los alumnos de Cantabria, Galicia, Canarias, Murcia y País Vasco harán Selectividad los días 10, 11 y 12 de junio, mientras que los de Castilla y León harán estos exámenes el 15, 16 y 17 de junio y los de Andalucía el 16, 17 y 18 de junio.
Para la convocatoria extraordinaria para aquellos que no han superado en mayo el curso o han suspendido la primera convocatoria de las PAU de junio, las comunidades autónomas han establecido estos exámenes tanto a finales de junio, como en julio o septiembre. Así, Navarra, que es una de las primeras en convocar la primera ronda, ha programado la extraordinaria para los días 24, 25 y 26 de junio.
Los estudiantes de Asturias harán esta segunda prueba el 30 de junio, 1 y 2 de julio; los de la Comunidad Valenciana y Extremadura, el 7,8 y 9 de julio; y los de La Rioja, Canarias y País Vasco, el 8, 9 y 10 de julio. Cataluña deja la prueba extraordinaria para el 2, 3 y 4 de septiembre; Baleares, 8, 9 y 10 de septiembre; Castilla y León, Aragón y Murcia, 9, 10 y 11 de septiembre; Cantabria, 10, 11 y 14 de septiembre; Andalucía, 15, 16 y 17 de septiembre; y Galicia, 16, 17 y 18 de septiembre.
La PAU se compone de una 'fase general' obligatoria y una fase específica' voluntaria con la que se puede subir nota. Cada ejercicio de ambas fases permite al alumno elegir entre dos opciones y puede ser realizado en las lenguas oficiales de cada comunidad autónoma. La duración de cada examen será de una hora y media, con descansos entre el final de un ejercicio y el inicio del siguiente de, al menos, 45 minutos.
En la 'fase general' se realizan cuatro exámenes --cinco si hay lengua oficial de la comunidad autónoma--: Lengua castellana y literatura, Lengua extranjera a elección del alumno (alemán, francés, inglés, italiano, portugués), Historia o Filosofía y una materia de modalidad de Bachillerato elegida por el alumno.
Esta fase se aprueba al obtener una nota igual o mayor a 5 como resultado de la suma del 60% de la nota media de Bachillerato y el 40% de la calificación de la fase general, siempre que se haya obtenido en esta fase general al menos un 4. La validez de esta calificación será indefinida.
Para subir nota
La 'fase específica' consta de exámenes sobre materias de modalidad. El alumno decide cuántos ejercicios realiza, hasta un máximo de cuatro, pero sólo contarán las notas de un máximo de dos materias --ponderadas con un 10%-- que estén relacionadas con la rama del conocimiento de la titulación a la que desea acceder el alumno.
La fase específica puede subir hasta cuatro puntos la nota de admisión, teniendo en cuenta que cada universidad puede aumentar la ponderación de las materias consideradas prioritarias hasta un 20%. Es decir, un examen perfecto de una materia relacionada con la futura carrera subirá la nota un punto, o hasta 2 puntos si la universidad en la que quiere ingresar el alumno ha señalado esa materia como prioritaria.
Los estudiantes que accedan a la universidad desde los Ciclos de Grado Superior de Formación Profesional, Artes Plásticas y Diseño o Enseñanzas Deportivas podrán presentarse también a la fase específica para subir nota. Las notas de la fase específica caducan a los 2 años.
La 'reválida' que sustituye a la selectividad
La primera evaluación final de Bachillerato que establece la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) se realizará al finalizar el curso 2016-2017 al alumnado que haya cursado 2º de Bachillerato. Aunque en ese curso no tendrá efectos académicos, es decir, que no será necesario superar para obtener el título de Bachiller, sin embargo, sí se tendrá en cuenta para el acceso a la Universidad.
La evaluación final que se realice al finalizar el curso 2017-2018 sí tendrá efectos académicos. Además, la nueva ley permite que cada universidad desarrolle su propio sistema de acceso, mediante un examen o una entrevista.