Con la cercanía de las cosechas, en algunos casos ya en marcha, las Cáritas parroquiales de las localidades riojanas con más afluencia de temporeros han comenzado a prestar servicios de acogida, información y atención básica. El primer lugar en activar su dispositivo ha sido Alfaro, que lo inició a principios de este mes de agosto. Tras interrumpirse estos días por los festejos patronales, este jueves volvió a retomarse la atención ofrecida por Cáritas y el próximo lunes 21 se abre el alojamiento municipal.
En Logroño y el resto de localidades habrá que esperar, dependiendo de la maduración de la uva. Todo ello, como ha informado Cáritas La Rioja, en una campaña que se prevé larga y desigual, por las circunstancias sufridas en el campo.
EN ALFARO
Por dispositivos, en Alfaro los temporeros reciben el día de su llegada un kit de ropa interior limpia y una manta en caso de no tener. Durante su estancia, Cáritas ofrece un servicio de consigna donde dejar los equipajes mientras están en la jornada laboral, dos veces a la semana pueden cambiar sus prendas en el ropero y todos los días reciben desayuno y dos bocadillos, para comer y cenar. El servicio de ducha se hace de manera coordinada con el Ayuntamiento.
En este dispositivo, puesto exclusivamente en marcha para la campaña agrícola, se atendió en 2016 a 220 personas, el 90,5% era de origen extranjero.
EN CALAHORRA
En Calahorra no se establece un plan especial para temporeros, sino que se refuerza el programa específico para personas sin hogar (operativo todo el año). De esta forma, los temporeros cuentan con un servicio de ducha diario y un vale de comida o cena en el comedor de Cruz Roja, debido a que el Ayuntamiento tiene distribuido el servicio a través de ambas entidades. En algunos casos, cuando se considera necesario, se les ofrece ropa interior y una contraprestación económica. En el cómputo global (sin distinción entre temporeros y personas sin hogar) en 2016 se registraron 398 personas, siendo el 31,4% nacionales.
EN LOGROÑO
La campaña en Logroño se hace de forma coordinada con el Ayuntamiento logroñés. Cáritas La Rioja asume, en colaboración con diversas entidades, principalmente, el servicio de consigna. En la Mancomunidad del Moncalvillo, concretamente en el alojamiento municipal que se abrirá en Fuenmayor, Cáritas parroquial colaborará en caso de que sea necesario.
EN HARO
En Haro, donde también se está organizando el dispositivo municipal, se participará en el servicio de acogida, ropero y alimentos los dos primeros días. En 2016 en la localidad jarrera, Cáritas atendió a 27 personas, el 77,7% de procedencia extranjera, por lo que no se vio la necesidad de abrir el alojamiento preparado.
MENORES E INTERMEDIARIOS
Además de las necesidades básicas surgidas por las condiciones en las que se presentan los temporeros, también son fechas en las que se afrontan situaciones de complejidad social y laboral: por un lado, la presencia de menores en los asentamientos y, por otro, los intermediarios ilegales.
Respecto a los menores, el año pasado el Gobierno de La Rioja realizó un estudio preciso y comprobó que la mayor parte de ellos no estaban escolarizados. En esta ocasión, Cáritas La Rioja, a través de sus parroquias, seguirá siendo observadora de la situación de los menores.
En caso de los intermediarios, para atajar la acción de estas mafias explotadoras, desde hace unos años Cáritas La Rioja realiza una campaña informativa para que los temporeros conozcan cuáles son sus derechos y obligaciones. Si se encuentran casos de explotación laboral contrastada, se actúa a través de tareas de acompañamiento y asistencia en las primeras necesidades de la posible víctima. Es por ello que Cáritas La Rioja solicita también a las autoridades competentes que no cejen en su empeño por erradicar estas mafias y a los agricultores que sean ellos mismos los que contraten a los temporeros a través de las distintas bolsas de empleo repartidas por toda la comunidad.