Asomándose a la zona del bienestar

Rioja2

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El Reina Yogur Clavijo ya se siente cómodo. El balance le sonríe, 8-6 (después de un desastroso 0-4), sabe mantenerse en la igualdad para poner un punto más cuando se necesita y va dejando rivales a sus espaldas. Desde el trabajo físico, y coral, con la participación de todos (por ejemplo, al descanso ya habían sumado algún punto la plantilla al completo) y con el acierto individual, alternando por momentos, este conjunto riojano podrá llegar lejos. Cuando menos, vivir un desenlace de temporada sin agonías. Eso supondría meterse en la pelea por la fase de ascenso, cuestión difícil de pensar tras dos jornadas ligueras, pero factible en la actualidad ante el optimismo que desprenden las victorias.

Porque de esta forma, encadena ya cuatro triunfos. El último ante un Zornotza más inconsistente. El 86-78 dan a entender un duelo sencillo para los locales. Para nada. Desde el arranque, a remolque, 4-15 a los 7 minutos. Pero los riojanos se fajaron para voltear el marcador, 20-19, para equilibrar el choque, 38-37 al descanso, por ejemplo, y saber ir llevándolo a su terreno con el paso de los minutos. De hecho, en el último cuarto pareció pegar el estirón con el 67-61, primero, y después con el 81-70, pero un parcial en medio minuto de 0-6, provocaron la tensión y las dudas en el recinto autonómico hasta que Lobo, desde la personal, dio tranquilidad para doblegar al bloque vasco.

El 2-0, de partida, fue engañoso. Zornotza entró mejor en el partido. Más concentrado. Merced a ello se escapó hasta el 2-8 y al posterior 4-15. Jenaro Díaz pidió un tiempo muerto milagroso. A los logroñeses les costaba anotar, así que la mejor manera de hacerlo fue desde la personal. Así, gracias a seis tiros libres, una acción de Niang y dos triples de Lafuente y Ott, el Reina Yogur Clavijo apretó el electrónico, 18-19, después de 10 minutos.

Lobo y Lafuente daban continuidad al buen momento de los locales para el 22-19. Los anfitriones estaban haciendo dudar a un Zornotza con lagunas. La ventaja de los riojanos iba en aumento, 27-23, 31-25 y 36-28 después de un triple de De Pablo y una canasta de Lopes. Sin embargo, el cuadro visitante reaccionaba antes del intermedio con un parcial de 2-9 para colocarse 38-37.

El tercer cuarto fue igualado. De mucho desgaste, sobre todo mental, como se podría comprobar en el último acto. La alternancia en el marcador fue constante: 43-43, 46-47, 51-48 y 55-56. Daba la sensación de que el equipo que mantuviera la calma en el momento de la verdad podía llevarse el encuentro. El 61-58 dejaba todo en el aire para unos minutos finales de emoción. Niang, con 6 puntos, permitía una ligera ventaja al Clavijo, 67-61. Los de Amorebieta respondían con un 0-4. Pero Hampl y un triple de Lafuente daban aire, de nuevo, a los logroñeses: 72-65 con 4 minutos para la conclusión.

Los nervios eran evidentes cuando Zornotza se acercaba peligrosamente, 74-70. Entonces, el Reina Yogur Clavijo se armó de clarividencia en ataque y de capacidad para exprimirse en defensa y sumar un 7-0 casi definitivo, 81-70 con apenas 88 segundos por delante. Pero este equipo no sabe lo que es vivir con tranquilidad porque en un visto y no visto llegó un 0-6 que hizo creer a los visitantes, 81-76, con aún 54 segundos por disputar. Lobo, desde la personal, aseguraba el triunfo, y con holgura 86-78. En el cómputo global, dio igual que los vascos capturaran más rebotes, el mejor porcentaje de acierto de los locales y perder menos balones (14 frente a los 19) resultaron más decisivos para que el Reina Yogur Clavijo se acomode en la parta alta de la tabla.

Foto: Reina Yogur Clavijo