La última ola de calor vivida en La Rioja ha terminado sin que se hayan producido “picos” de atención sanitaria, dado que “la población está muy sensibilizada”, tal y como ha afirmado la directora general de Salud Pública, Eva Martínez. Según los datos dados a conocer desde el Servicio Riojano de Salud, desde el 15 de mayo, momento en el que se activa el Plan de Actuaciones frente al Calor, al 11 de agosto se han registrado cuarenta atenciones a causa del calor en Atención Primaria (cuatro de ellas el fin de semana del 10 y 11 de agosto).
En Urgencias de hospital se han registrado dieciséis atenciones, aunque ninguna requirió ingreso. De los dieciséis atendidos diez eran mayores de cincuenta años, siete de sesenta y cinco de ochenta. Se trataba de colapsos por calor, golpes de calor, síncopes o agotamiento por calor. “El golpe de calor es el síntoma clínico más potente, pero antes hay otros grados”, ha explicado en una entrevista a Europa Press.
En general, la directora general ha entendido que “la población está muy sensibilizada” con respecto a las medidas que hay que tener en cuenta ante una ola de calor, sobre todo porque, ha dicho, “las recomendaciones son aplicar el sentido común”. Hidratarse y refrescarse son medidas generales, aunque, “sin duda alguna, los consejos de prevención de los efectos del calor sobre la salud van dirigidos, sobre todo, a las personas más vulnerables”. Se trata de “los más mayores, porque pierden la sensación de calor; y los más pequeños, que tienen el sistema de termoregulación inmaduro”. “Son las personas de las que más pendientes tenemos que estar”, ha señalado.
No obstante, “el calor también puede afectar descompensando determinadas enfermedades”, por lo que también hay que estar pendiente de quienes tienen enfermedades crónicas, cardiacas, pulmonares, neurológicas y respiratorias.