El balance de víctimas mortales por el accidente de tren que tuvo lugar la noche del lunes al martes en el norte de Italia, ha ascendido hoy a 18.
El último fallecido es un ciudadano marroquí que ingresó en estado muy grave tras el accidente. Entre las víctimas mortales se encuentran varios niños. Iman Ayad, de tres años, murió tras ser ingresado en el hospital pediátrico Bambin Gesú de Roma. Presentaba graves quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo. Su hermano de 17 años falleció al intentar rescatar a su hermana Iman.
Su padre, Mohammed Ayad, de 50 años, también falleció ayer por la tarde mientras que la madre sigue ingresada en uno de los hospitales de la zona, en estado crítico. La hija mayor, Ibtizen, de 21 años, fue quien reconoció a sus familiares. “Si mis hermanos hubieran huido conmigo no habrían muerto”, lamentó la joven en declaraciones a la prensa.
Veinte de los treinta heridos ingresados siguen aún muy graves con quemaduras en la mayor parte del cuerpo. Entre 12 y 13 cuerpos no han podido ser aún identificados. Magistratura ha nombrado una comisión de peritos para que realicen las pruebas de ADN.
Luca Lunardini, alcalde de la ciudad, explicó que habían sido derribados dos de los edificios cercanos a la estación donde ocurrió la explosión ya que habían resultado gravemente dañados. El Consejo de Ministros del Gobierno italiano tiene previsto declarar mañana el estado de emergencia en la ciudad.