La demanda de urgencias en atención primaria ha aumentado un 11,2% en el primer trimestre del año con respecto al mismo periodo de 2015. El incremento ya comenzó el año pasado y se debe, sobre todo, al aumento de “urgencias banales”, es decir, de personas que hacen un mal uso de este servicio, según ha detallado el coordinador de Urgencias del centro hospitalario, Pedro Marco.
Así, en el primer trimestre de 2016 se atendió en urgencias a 45.468 pacientes, frente a los 51.210 de 2015, lo que supone 5.742 más.
Marco ha explicado que, de los pacientes atendidos este año, la mitad son niños y la otra mitad, adultos de entre 15 y 64 años, mientras que el número de ancianos se ha mantenido estable. Además, este aumento de las urgencias no ha conllevado un incremento de los ingresos. Son datos que refuerzan la idea de que se trata de pacientes que “no deberían acudir a un hospital y podrían espera a ser atendidos por su médico de cabecera”.
“Hay personas que acuden porque les ha picado un mosquito, familias completas que quieren ser atendidas...y esto aumenta el tiempo de espera, sobrecarga de trabajo a los profesionales y afecta al resto de pacientes”, ha explicado Marco, para quien “la mayor parte de la población es responsable, pero una minoría utiliza las urgencias como si fuera un centro de salud”.
Se trata de “una cuestión de responsabilidad social”, según Marco, quien ha anunciado que se estudiarán posibles soluciones a este problema, que podrían pasar por “potenciar los recursos hospitalarios”. Este aumento de las “urgencias banales” también se ha registrado a nivel nacional.
APERTURA DE BOXES
Por otro lado, la consejera de Salud, María Martín, ha explicado que hoy ha tenido que abrirse nuevamente la zona de ampliación de boxes de urgencias, que ya se ha activado en diez ocasiones por tiempo limitado desde que se puso en marcha a finales de enero -45 días en total-, para dar respuesta a los “picos” de incremento de demanda asistencial en los meses de invierno.
Dotada con 18 camas, esta zona se incluye en el 'Plan de Actuación ante el incremento de demanda asistencial en el servicio de urgencias', presentado en octubre, y del que también forma parte la puesta en marcha del control C de la cuarta planta, con 22 camas, y que se ha activado del 2 de noviembre al 23 de diciembre y del 7 de enero al 23 de marzo.
Estas medidas han conllevado el aumento de plantilla, con un médico más en consulta en horario de de mañanas, diez enfermeras y diez auxiliares.
GAS ANESTÉSICO
Martín, junto con Juan Ramón Rábade, director del Área de Salud de La Rioja, también ha informado de la utilización, desde esta misma semana, de un gas anestésico en el Servicio de Urgencias del Hospital San Pedro, para proporcionar analgesia en procedimientos dolorosos de corta duración como, por ejemplo, reducción de fracturas, luxaciones, punciones, curas dolorosas…
Este gas anestésico, compuesto de una mezcla de 50% de óxido nitroso con oxígeno en la misma proporción, se administra a través de la inhalación del paciente mediante una mascarilla facial. De esta forma, el paciente controla la administración del gas al respirar y se mantiene consciente en todo momento sin sentir dolor y sin efectos prolongados de la sedación convencional.
Su efecto se observa sólo tras 4 o 5 respiraciones y alcanza el punto máximo en 2-3 minutos. Una vez finalizado el procedimiento clínico y suspendida la administración de gas, su efecto desaparece en tiempo de 3 a 5 minutos.
El gas anestésico es más inocuo que los sedantes habituales y en determinados procedimientos puede sustituirlos. Se puede usar en niños mayores de un mes, y su seguridad en servicios pediátricos está muy contrastada. Por tanto, el nuevo sistema analgésico proporciona mayor comodidad y seguridad a pacientes que hasta ahora eran tratados con morfina, sedantes u otro tipo de analgésicos.