Los escenarios fueron siempre el entorno natural de Aurora Infante. A los cuatro años debutó como niña prodigio en el Moulin de la Galette de París. La vida le llevaría después por muchos más destinos pero siempre con el baile en el centro de su universo.
Apenas era una adolescente cuando, con 17 años, Infante abrió su primera academia de baile con ayuda de sus padres en su ciudad natal, San Sebastián. Unos años después, a los 23, dejó España para llegar a lo más alto en París. Su maestría, su técnica y su pasión deslumbraron al público internacional.
La enfermedad de su suegro le trajo en 1966 hasta La Rioja, tierra natal de su marido, Carlos López. Lejos ya de los focos de las grandes compañías, Aurora Infante se consagró por completo a la enseñanza. No fueron tiempos fáciles pero con gran esfuerzo logró abrir su primera academia en Logroño, en la calle de Los Baños.
Su principal empeño, además de formar a jóvenes bailarinas y bailarines, fue divulgar la danza española, el flamenco, el ballet y muchos otros bailes por toda La Rioja primero y por España después. El equipo de su escuela llegó a lograr para Logroño los primeros premios nacionales e internacionales en el programa de TVE ‘La juventud baila’. Fue sin duda un gran evento televisivo que ubicó a Logroño como cuna de grandes figuras de la danza ante más de dos millones de espectadores.
*Ilustración: Alberto Ruiz de Mendoza
Tras aquel éxito, Aurora Infante fue nombrada delegada en España de la International Dance Organization, preparando a jóvenes para representar a España en los certámenes internacionales.
Paralelamente, la academia de Aurora y Carlos había ido cogiendo fama en Logroño y ya se había quedado pequeña. En 1982 inauguraron sus nuevas instalaciones en la calle Villamediana. Desde aquellos años hasta ahora han pasado por la escuela unas 4.000 personas, muchas de ellas, artistas destacadas en el mundo de la danza. Especialmente laureada fue la carrera de sus dos hijos, Ana y Carlos, que llegaron a obtener numerosos premios incluso en el ámbito internacional.
Fueron precisamente Ana y Carlos quienes se hicieron cargo de la escuela de baile tras la muerte de Aurora Infante. Sucedió en 1992. Un trágico atropello en Zaragoza acabó con la vida de Aurora Infante pero no segó sus sueños. La vida en la escuela ha continuado hasta nuestros días como un homenaje diario a su fundadora.
El Ayuntamiento de Logroño acordó poner su nombre a una calle de la ciudad; en 1994 se creó el joven ballet español ‘Aurora Infante’ en su memoria; en 2000 se creó en Madrid la compañía Prfordance para llevar a lo más alto a los alumnos más destacados y en 2003 se hicieron cargo de la dirección coreográfica de la popular serie del momento ‘Un paso adelante’.
*Espacio ofrecido por el Ayuntamiento de Logroño. Concejalía de Igualdad.