El hasta ayer técnico del Logroñés CF, Baltasar Sánchez 'Balta' compareció para decir adiós al que ha sido su equipo en el último año y medio. Se mostró “frustrado y dolido” por no haber logrado que un equipo que, en muchos partidos, ha merecido ganar llegue a la jornada decimotercera sin conocer la victoria.
Balta describió cómo se había producido su destitución: “Ha sido una decisión unilateral por parte del club. Tras el partido hablé con Eduardo (Blanco, presidente del LCF) y ya tenía la decisión tomada. Yo me sentía capacitado para reconducir la situación, pese a lo delicada que es, basándome en el comportamiento de los jugadores”.
Sin embargo, Blanco le transmitió tras el partido contra el Barakaldo que el LCF está buscando “un último remedio, un revulsivo, darle otro aire al equipo”. “Ël venía ya con esa idea y yo le conteste que, entre comillas, lo comprendía”, relató el técnico charro.
El partido de Barakaldo fue un finiquito muy definitorio de la situación del CF: “Estuvimos en una circunstancia que no habíamos manejado nunca y que llevábamos mucho esperando; la de ir por delante en el marcador. Los jugadores estaban deseando que llegase ese día y que pudiésemos aguantar el resultado. Pudimos resolver en 3 ó 4 contras, pero en dos jugadas aisladas dieron la vuelta al partido”.
La plantilla, de la que Balta se despidió el lunes por la mañana, está tocada moralmente: “Tras el partido estaban destrozados y ahora se ha juntado mi destitución. A día de hoy, están tocados, pero son profesionales y el miércoles estarán mejor. Ellos son un ejemplo en su comportamiento, aunque hay cosas deportivas que habrá que corregir”.
Balta matizó que económicamente “el año pasado se apostó un poquito más y este año un poco menos” y que, a nivel personal, vivir en Logroño ha resultado una experiencia positiva con sus puntos oscuros que tendrá que “analizar”. “A día de hoy”, concluyó el técnico, “es casi imposible que Logroño tenga un equipo en una categoría superior” a la de Logroñés y LCF.