El primer ministro italiano ha vuelto a denunciar la situación de Lampedusa, a donde siguen llegando inmigrantes en forma de “tsunami”, procedentes del norte de África. En esta línea ha aprovechado su discurso para denunciar el “egoísmo generalizado” de los líderes de la Unión Europea respecto a la crisis migratoria que sufre Italia.
El jefe del Ejecutivo ha alertado del estado de “emergencia humanitaria” en el que se encuentra la isla italiana, que espera cumplir a lo largo de este viernes el objetivo de “repatriar a cien tunecinos”. El propósito del primer ministro italiano es mantener este ritmo de repatriaciones como “primera solución”, dado que los campos “establecidos en todo el país son provisionales”.
Berlusconi cree que en 48 horas habrán instalado 7.000 tiendas de campaña en distintas provincias de Italia para acoger a los cerca de 6.000 inmgrantes que se encontraban de forma ilegal en Lampedusa. A pesar de la avalancha de ilegales, en los últimos días se ha conseguido reducir el número hasta 3.700.