El aprovechamiento energético de la biomasa esta al alza, los recursos de la biomasa vegetal se han usado tradicionalmente, pero cada vez adquiere mayor relevancia por su potencial económico, por ejemplo, los excesos de la producción agraria sirven para generar subproductos que se pueden usar como fuente de energía e incluso se están potenciando los cultivos energéticos, también específicos para este fin.
â¨â¨Además de factores económicos como los generados por la crisis económica también ha proliferado el aprovechamiento energético de la biomasa gracias al impulso de movimientos sociales e industriales más concienciadas con el medio ambiente. De este modo, las propuestas y alternativas relacionadas con la utilización energética de la biomasa y los biocombustibles ha aumentado teniendo en cuenta sus ventajas.â¨â¨
Entre las mismas está que el uso de biocombustibles presenta un balance energético positivo, desde el punto de vista de las emisiones de CO2 la biomasa y los biocombustibles tendrían un efecto neutral, esto es, emitirían a la atmósfera el carbono que previamente habrían absorbido en el proceso de fotosíntesis. Dadas las condiciones de crisis estructural de la agricultura y de despoblamiento del medio rural, la alternativa de los biocombustibles serviría para fijar población en esos territorios y frenar un proceso demográfico tan negativo.
Con todo, la biomasa se presenta como una energía alternativa necesaria en tiempos de crisis, y desarrolla junto a ella una ingergía específica, han surgido nuevas tecnologías para aprovechar la biomasa en los hogares e incluso para generar energía eléctrica. A la par que se crean nuevas tecnologías se amplían los estudios al respecto, por ello encontramos el curso de biomasa que oferta SEAS Estudios Superiores Abiertos, y en el que es necesario entender la manera en que los combustibles fósibles contribuyen al deterioro ambiental y económico, ya que provocan dependencia energética y en un encarecimiento feroz de los precios.
En este sentido, el concepto de biomasa es más eficiente y limpio y empieza a ser una alternativa firme de forma parcial o total. En el caso de la electricidad estaríamos hablando de un tercer estado de biocombustible. Sería un gas de gasógeno, cuyo principal destino es la generación de dicha energía eléctrica por medio de un motor o una turbina o la producción de calor por combustión directa en un quemador. Pero también nos encontraríamos con un caso de biomasa en la producción del biogás, que se genera a razón de 300 litros por kilogramo de materia seca con un valor calórico de unos 5.500 kcal/m3.
Conocer el mercado de producción de biomasa ayudará a los futuros profesionales a posicionarse. Por eso, formadores como los de SEAS saben cuáles son los biocombustibles más usados, qué tecnologías se emplean para su producción, las ventajas y también los inconvenientes. Entre las primeras cabe destacar que el uso de la biomasa ayuda al medio ambiente reduciendo emisiones de contaminantes tales como CO, HC y NOX, disminuye las emisiones de azufre y las emisiones de partículas. También reduce los riesgos de incendios forestales y de plaga y posibilita hacer uso del barbecho con cultivos energéticos.
En el sector doméstico, por ejemplo, dentro de los principales biocombustibles destacan los orujillos, los huesos de aceituna, las cáscaras de frutos secos , las cortezas, astillas, serrines y costeros que deja la propia naturaleza. Recogerlo y hacer uso de estos elementos para producir biomasa, que genere calor o agua caliente contribuye a un entorno más limpio y más seguro. Y, en estos ejemplos, está al alcance de todos.