La Asociación de Bodegas por la Calidad se opuso este miércoles en la sesión Plenaria del Consejo Regulador de la DOCa Rioja a la adopción del acuerdo cuyo fin es el de admitir la producción de un 9%, adicional al 101% amparado previamente acordado, para ser destinado bien a la generación de un stock o bien a la producción de vino sin amparo (mesa) que habrá de salir de bodega antes del 31 de mayo siguiente.
ABC lamenta esta decisión del Pleno, pues según su entender, la función que ha de desempeñar el Consejo Regulador de la DOCa Rioja no es otra que la buscar y garantizar la calidad del producto. ABC defiende que no se trataría tanto de que el Consejo limitara la producción en aras de intervenir en el juego de la oferta y la demanda (que también pudiera ser: mantener el valor del producto a través de la limitación de su volumen) como de aumentar su valor a través de unas exigencias de calidad elevadas, que necesariamente han de empezar en el campo, con el empleo de unas prácticas culturales tendentes a la contención de los rendimientos.
Pero es que además de las consideraciones de calidad apuntadas, se dan hoy otras circunstancias de mercado que también aconsejaban una limitación mayor de producción: el desplome de los precios de la uva y del vino -derivado en parte por una cosecha, como la del 2018, que se quiso larga a pesar de no ser de una calidad excelente- el continuo descenso de las ventas, la competencia de nuestros productos con el vino sin DO. Además, todos estos factores irremediablemente contribuyen al progresivo deterioro de la imagen de Rioja, cuya preservación es también función del Consejo Regulador.
A diferencia de otras asociaciones, que también se opusieron a la adopción de este acuerdo, ABC defiende que el vino de Rioja ha de incrementar su valor no solo por el hecho de la contención del volumen (en parte conseguido este año con la fijación del rendimiento amparado en el 101%, en contra de la tendencia de estos últimos años) sino por la decidida apuesta por la calidad.