Una de las liberaciones más anunciadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no llega a producirse debido a la falta de acuerdo para encontrar un mediador. La posibilidad de que Brasil se convirtiera en el país mediador en las liberaciones del sargento Pablo Emilio Moncayo y del soldado Josué Calvo, ha sido desechada por los guerrilleros.
Hace un mes, las dos partes en conflicto parecían estar cerca de llegar a un acuerdo sobre la liberación de los dos militares
, e incluso se habían iniciado los primeros contactos, en los que participan, entre otros, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Conferencia Episcopal y la senadora Piedad Córdoba, pero esta nueva decisión de las FARC parece haber paralizado el proceso.
Según publica el diario Semana, Brasil envió el pasado 15 de diciembre a Colombia a un funcionario con experiencia en otras liberaciones para fomentar su condición de país mediador. Sin embargo, y ante el rumbo que fueron tomando los acontecimientos, el representante del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva regresó a su país el 23 de diciembre.
Un día después, el Alto Comisionado para la Paz colombiano, Frank Pearl, se habría desplazado a Medellín para pedirle a Córdoba que mediara y pidiese a las FARC que se pronunciasen sobre la oferta brasileña. Cuatro días después, la parlamentaria habría transmitido al Ejecutivo el rechazo de la guerrilla a Brasil y la propuesta de que Argentina o Suecia ejerzan de mediadores.
Sin embargo, fuentes del gobierno colombiano consultadas por Caracol Radio indicaron que aunque conocen la postura de las FARC a través de Córdoba, no quieren tomar ninguna decisión respecto a la identidad y papel de un hipotético país mediador hasta que los guerrilleros hagan oficial su postura, por ejemplo, a través de un comunicado.
Por otro lado, el periódico colombiano El Tiempo ha hecho público el paradero del ex guerrillero que propició la Operación Fénix (desarrollada el 1 de marzo de 2008 por parte de las Fuerzas Armadas colombianas en territorio ecuatoriano, en la que atacaron un campamento de las FARC y acabaron con la vida de 22 guerrilleros, entre ellos el comandante rebelde Hugo Reyes), quien vive actualmente en Estados Unidos con su familia y posee una nueva identidad.
Según esta publicación, el Ministerio de Defensa colombiano entregó al ex guerrillero 2.500 millones de pesos a cambio de las coordenadas de localización exactas donde se encontraba el campamento de Hugo Reyes, situado en la provincia ecuatoriana de Sucumbíos.
Numerosos medios de Ecuador y un organismo, la Comisión de la Verdad, creado por el gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, afirman que uno de los informantes clave para el desarrollo de la operación Fénix fue es el ciudadano ecuatoriano Julio César Rivera. Las fuentes consultadas por 'El Tiempo', sin embargo, no confirman ni desmienten tal información por motivos de seguridad.
Para llevar a cabo la operación, que incluyó la intervención de aviones de combate, helicópteros y efectivos terrestres colombianos, y que provocó una fuerte crisis diplomática entre Bogotá y Quito, el Ministerio de Defensa colombiano repartió la misma cantidad, 2.500 millones de pesos, entre un grupo de personas que de igual modo contribuyeron a lo largo de cuatro meses al desarrollo de la operación.
En este grupo de personas había civiles, que según la documentación de la Operación Fénix conocían la localización del campamento pero no que Reyes se encontraba allí, e incluso un periodista cuya nacionalidad no trascendió y que ya había ayudado en la captura de Simón Trinidad, apodo por el que es conocido otro comandante de las FARC que actualmente cumple prisión en Estados Unidos.
Antes de poner en marcha la operación el informante mantuvo dos reuniones con los servicios secretos colombianos fuera de Ecuador, en las que se acordaron los términos de la operación y se garantizó protección a la familia del confidente. Según fuentes citadas por el rotativo, “los familiares en primer grado de consanguinidad” del informante fueron evacuados a un país centroamericano hasta que se produjo el ataque militar, y de ahí fueron trasladados a Estados Unidos.
Durante la operación Fénix las Fuerzas Armadas de Colombia lograron hacerse con tres ordenadores pertenecientes a Raúl Reyes (foto), en que se pudieron encontrar numerosos datos internos de las FARC. Entre estas informaciones se encontraban las supuestas las relaciones de colaboración más o menos intensa de la guerrilla con Venezuela, Ecuador y traficantes de armas y drogas.