El Grupo Internacional de contacto ha solicitado a Zapatero, a través de una carta, que facilite la legalización de la formación Sortu, la nueva marca de la izquierda abertzale que ha quedado fuera de las elecciones del 22M. En la misiva, dirigida al presidente del Gobierno, se pide que facilite también “el desmantelamiento de las armas” y “flexibilice las estrictas leyes de seguridad”. Ello es una revisión de la doctrina parot y la cuestión del acercamiento de presos de ETA.
Currin, además, plantea al presidente Zapatero la “oportunidad histórica” de zanjar el terrorismo de ETA en España, y se refiere a él como “el último conflicto político de Europa”. Coincide esta carta con la campaña electoral y la aprobación de las candidaturas de Bildu por seis votos contra cinco en el Tribunal Constitucional, que ha permitido que la coalición electoral se presente en las más de 200 candidaturas confeccionadas para municipios vascos y navarros. La presencia de Bildu modificará en mayor o menor medida el mapa político de País Vasco y de Navarra, pero por de pronto ya ha sido usada como arma arrojadiza por el PP. Sin ir más lejos, la candidata a la reelección por la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró en un mitin esta misma semana que si Bildu está en la carrera electoral es porque así lo ha querido Zapatero, que ha permitido al TC dar luz verde a sus candidaturas.
Entre la bronca política a cuenta de Bildu, algo que los populares ven como “el retorno de ETA a las instituciones”, el Grupo Internacional de Contacto ha destacado algunos gestos de la banda terrorista: el último de ellos es el anunciado final de extorsiones a empresarios vascos y navarros para el pago del impuesto revolucionario. El anuncio se hizo el pasado 28 de abril y en pleno alto el fuego. A él también se refiere Currin en su escrito, que destaca un nuevo tiempo abierto con el anuncio de alto el fuego el pasado 10 de enero o la creación de Sortu, un partido abiertamente de la izquierda abertzale pero que rechaza la violencia terrorista. No deja pasar tampoco la apertura del camino electoral que ha trazado el Tribunal Constitucional el pasado 8 de mayo para que Bildu pueda concurrir a las elecciones autonómicas y municipales.
En la carta, por último, se entiende el “recelo” del Gobierno socialista tras el último fracaso de la tregua de ETA con la “enorme bomba” que hizo salta el parking de la T-4 de Barajas, Madrid, en diciembre de 2004. Sin embargo, desde el Grupo Internacional de Contacto llaman a la colaboración de todos los partidos políticos para “una transformación política y una paz duradera”.