El nuevo ministro de Justicia, Francisco Caamaño, tomó posesión de su cargo arropado por cuatro miembros del Gobierno -la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández De la Vega, y los ministros Celestino Corbacho, Beatriz Corredor, Elena Espinosa y César Antonio Molina-.
En su primer discurso, señaló que los jueces son independientes “pero también responsables” y ofreció un diálogo “sincero y abierto” a todos los colectivos implicados en la modernización de la Justicia.
Preguntado por la prensa por el significado de su llamamiento a la responsabilidad de los jueces durante su intervención, el ministro señaló que el poder legislativo y el poder ejecutivo responden ante los ciudadanos a través de las urnas, mientras que el poder judicial lo hace “con su correcta actuación”.
Caamaño realizó estas declaraciones en una multitudinaria toma de posesión, respaldado también por el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, el fiscal general del Estado, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso y una numerosa representación de miembros de la carrera fiscal y judicial