Cada español consume una media de 14,2 kilos de carne de cerdo fresca al año, de los cuales el 82,5% corresponde a los hogares seguidos por los establecimientos de restauración y hostelería (14,4%) y por los consumos institucionales (3,1%), según los últimos datos de Mercasa.
Los consumos más elevados de carne de cerdo fresca se registran en Extremadura, Galicia y Castilla y León, mientras que en el extremo opuesto aparecen Canarias, Murcia y País Vasco. Así, un extremeño consume al año un promedio tres veces mayor de carne de cerdo que una canario.
La carne de porcino destinada al consumo en los hogares se adquiere en un 41% en las tiendas tradicionales, seguidas de los supermercados y los hipermercados, con el 33% y el 11,8%, respectivamente. El autoconsumo se sitúa en el 10,4% y las otras formas comerciales se reparten el 3,8% restante.
El canal de hostelería y restauración compra cerca del 55,1% de la carne de porcino a distribuidores, a tiendas tradicionales (20,2%) y mayoristas (15%). A continuación, a larga distancia, figuran los supermercados (5,3%) y los hipermercados (2,4%).
El censo español de ganado porcino está compuesto por unos 27 millones de cabezas. Alrededor de un 89,6% de toda la carne de porcino que sale de los mataderos españoles se comercializa en fresco, mientras el restante 10,4% lo hace como congelado.
El principal productor mundial de carne de porcino es China, con algo más de 55 millones de toneladas, seguido de Estados Unidos (9,8 millones de toneladas) y Alemania (4,4 millones de toneladas). España aparece como el cuarto productor mundial, con 3,54 millones de toneladas, según los últimos datos.