Se acerca el día de San Isidro, patrón de los labradores, y Camprovín no ha querido dejar de celebrar la fecha pese a la crisis del coronavirus. Por ello, el Ayuntamiento ha anunciado un reparto de plantas entre los vecinos y vecinas del municipio, para que decoren sus balcones, terrazas y ventanas.
El reparto se realizará en la plaza del Ayuntamiento, de 11:00 a 12:00 horas, este viernes, 15 de mayo.
El Ayuntamiento ha querido agradecer a todos los profesionales y voluntarios implicados en la lucha contra la pandemia, así como animar a sus vecinos a celebrar San Isidro de la mejor manera posible: “Gracias a aquellas personas que de todas se ocuparon: Enfermeras, sanitarios, bomberos, recaderos, policías, las que limpiaron y desinfectaron, las que nos traen el pan nuestro de cada día y los que nos proveen de alimentos, allá en los establecimientos y acá en nuestros campos y huertos. Hombres y mujeres de la tierra, de los campos. Gentes de palabra y honor gentes que sabéis lo que cuesta un pimiento y que con gran sufrimiento con esfuerzo y sudor sacáis de la tierra para el sustento, … nuestro alimento. El 15 de mayo, día de las labradoras y labradores. Otros años en la plaza lo celebramos con un vino y unos pinchos. Luego, con alguna canción nos arrancábamos. Este año, no habrá vino, ni aperitivo; no está permitido, pero aún es primavera aún es el mes de la flores,... colores, olores, sensaciones y emociones. Con tal motivo se anima a adornar nuestras ventanas, terrazas y balcones”.
Además, se ha anunciado el acto a través de un cartel en el que, junto a la información sobre el reparto, se incluye un poema que entremezcla versos de Sabina, refranes populares y maldiciones al virus.
Marzo ventoso y Abril lluvioso
hacen de Mayo florido y hermoso
Quién me ha robado el mes de abril
Cómo pudo sucederme a mí
Quién me ha robado el mes de abril
Lo guardaba en el cajón
Donde guardo el corazón
Que por mayo era, por mayo, cuando hace más calor;
cuando los trigos encañan y están los campos en flor.
Cuando los enamorados van a servir al amor.
Que no fueron los astros,
tampoco una maldición.
Fue un maldito virus
el que a todos asustó
A miles de personas de este mundo se llevó
y a otras muchas, pertrechas dejó.
¡Maldito virus cabrón!
Quizás, merezca alguna reflexión
y tal vez aprendamos alguna lección.