Tricio ha dicho adiós a una de sus señas de identidad. La carrera de burros que se celebra cada año durante las fiestas de San Bartolomé desde hace más de cinco décadas, no volverá a celebrarse. La decisión se ha tomado tras la denuncia presentada el pasado año por el Partido Animalista PACMA ante la Guardia Civil.
Adjuntaban a su denuncia un vídeo en el que se podía ver cómo varios participantes golpeaban a los burros para que caminases “utilizando para ello patadas, puñetazos e incluso lo que parece ser una fusta”, explicaban. Denunciaban además “la desproporcionalidad enel peso de algunos jinetes respecto al peso y tamaño de los burros” y ponían el acento en la ausencia de una ley de protección animal en la Rioja tras la derogación de la existente por el Partido Popular poco después de hacerse con el Gobierno de La Rioja en mayo de 2023.
El Partido Animalista pedía entonces a la Guardia Civil que llevase a cabo una investigación y depurase responsabilidades “para evitar sucesos similares en el futuro” aunque ya adelantaban que, en su opinión, “la única solución es la abolición de estos eventos con animales”.
La noticia de la suspensión de la carrera este año generó cierta controversia en el pueblo porque un buen número de personas consideraba que no había ningún tipo de maltrato y se trataba únicamente de una actividad lúdica y cómica. En su lugar se ha decidido organizar este año un paseo con los burros por las calles del pueblo. “Ha sido muy bonito e incluso algunas de las personas que estaban en contra de la suspensión de la carrera han visto que esto también puede ser una buena alternativa”, explica Manuel Martínez, ex alcalde de Tricio.
Origen de la carrera de burros de Tricio
Esta carrera surgió precisamente con la idea de concienciar a vecinos y visitantes de la crianza y protección de este animal en peligro de extinción. Las reglas establecían además desde su origen que los animales no podían ser maltratados con fustas o palos, “y aquel que lo haga será descalificado automáticamente”. Sólo se permitía utilizar una manta por montura y animar a los burros “verbalmente” para que fuesen los primeros en llegar a la meta.
Esta tradición tiene su origen en unas carreras cómicas en las que los jóvenes jinetes iban disfrazados de payasos. Poco a poco la participación fue en aumento y los premios mejoraban año tras año, hasta que se establecieron ciertas normas para participar y se creó un concurso que este año hubiera cumplido 53 años.
Los caracoles competirán sin remolque
Además de la suspensión de la carrera de burros, este año se introducirá un cambio en la carrera de caracoles. Se celebrará este domingo y por primera vez no podrán usarse cajas atadas a los animales.
En otras ocasiones se les ataba una lata de espárragos u otro tipo de cajas con un peso aproximado de 250 gramos pero se ha decido que a partir de ahora los caracoles compitan únicamente desplazando su propio peso.