Delegados de Comisiones Obreras de la ONCE en toda España, junto a afiliados de la organización, exigieron hoy a la entidad un cambio en su política que se traduzca en “el fin de la doble escala salarial”. Además, piden que se contrate a afiliados de la ONCE.
En La Rioja, alrededor de treinta personas se concentraron frente a la sede de la ONCE en Logroño, ubicada en la calle Jorge Vigón, exigiendo a la entidad que no hipoteque el futuro de esta institución social, de interés público.
En declaraciones a Europa Press, Luis Victor Escolar explicó que, desde el 1 de octubre del año pasado, en virtud de un convenio firmado con UGT, y recurrido por Comisiones, se ha establecido una “doble escala salarial” por el que los nuevos contratados cobran un sueldo inferior por desarrollar el mismo trabajo.
El acuerdo, según los datos de Comisiones, impone al personal vendedor de nuevo ingreso un salario base de 666 euros mensuales, un treinta por ciento menor al resto. Algo ante lo que Escolar consideró que “a igual trabajo” se deben respetar “iguales derechos”.
Aunque la Audiencia nacional ha desestimado recientemente el conflicto colectivo interpuesto por CC.OO por este asunto, el sindicato lo ha recurrido ante el Tribunal Supremo, por considerar que no hay razones objetivas para “tamaña discriminación”.
Como segunda reivindicación, señaló que sólo entre el veinte y el 25 por ciento de los vendedores de cupones de la ONCE (siguiendo datos nacionales) son afiliados.
Así, dijo, la entidad prefiere contratar personas con otro tipo de discapacidad porque pueden “moverse mejor y son más productivas”. Sin embargo, consideró que los puestos de trabajo deben ser, principalmente, para los afiliados.
En todo el país, Comisiones también denuncia la retirada progresiva y masiva de los quioscos de venta, avocando a los vendedores a ejercer su trabajo a la intemperie. En La Rioja, esta situación, dijo Escolar, “parece que se ha parado”.
El sindicato también critica la “errática política comercial” de la ONCE. Así, asegura que en diez años las ventas anuales totales han disminuido en 223,36 millones de euros (un 11,27 por ciento menos), a pesar de que el sector del juego ha crecido en un 36,61 por ciento.