Un nuevo Tratado para la Reducción de Armas Estratégicas (START-1) está a punto de ser alcanzado. Según un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Andrei Nesterenko, tanto Estados Unidos como Rusia están cerca de resolver las cuestiones que quedan pendientes para la firma del acuerdo.
“Esperamos resolver todas las cuestiones pendientes en un futuro muy próximo, si no en horas”, afirmó Nesterenko a los periodistas. Las dos potencias nucleares han intentado encontrar un sustituto para reemplazar al START, que data de 1991 y expiraba el pasado 5 de diciembre.
Un responsable estadounidense ha afirmado que el presidente estadounidense, Barack Obama, y el presidente ruso, Dimitri Medvedev, podrían alcanzar un principio de acuerdo en Copenhague a lo largo del día de hoy, en los márgenes de la cumbre del clima que se celebra en la capital danesa, y que dejarían a los negociadores que ultimaran un acuerdo posterior.
Nesterenko no confirmó las informaciones de la agencia rusa Interfax en las que afirmaban que los negociadores ya habían encontrado dicho principio de acuerdo.
Así, Interfax citaba una fuente diplomática anónima que explicaba que “las disposiciones de un nuevo START han sido acordadas, y habrá un anuncio oficial en un futuro cercano”.
Rusia pidió ayer unos procedimientos de verificación simplificados para las reducciones planificadas en los arsenales de armas nucleares, mientras que Washington insistió en que quería un acuerdo que funcionara para los dos países.
Este responsable estadounidense indicó que no había muchas oportunidades para que los líderes llegaran a un acuerdo en Copenhague. “Pero los presidentes pueden llegar a un principio de acuerdo que requeriría que lo terminaran los equipos de negociación”, afirmó el responsable.
La Casa Blanca ha declarado que se está haciendo “un buen progreso”
en las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos en Ginebra a pesar de las señales de tensión. “Es hora de deshacernos de las sospechas excesivas”, afirmó el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.
“En los últimos días hemos notado cierta ralentización en la posición de los negociadores estadounidenses en Ginebra”, indicó Lavrov. “Explicaron este hecho por la necesidad de recibir instrucciones adicionales, pero nuestro equipo está preparado para trabajar”, añadió.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibas, ha negado que Washington estuviera ralentizando las negociaciones. “Queremos algo que funcione para las dos partes. Vamos a trabajar en este acuerdo hasta que consigamos algo adecuado (...), no tiene sentido conseguir algo que no funcione para ninguna de las partes por el mero hecho de conseguirlo”, afirmó.
Según las últimas estimaciones citadas por RIA Novosti, para 2009 Rusia cuenta con 3.909 ojivas nucleares y 814 portadores, mientras que Estados Unidos posee 5.576 ojivas y 1.198 portadores. En lo que respecta al nuevo tratado de desarme nuclear estratégico propuesto por Medvedev, y Obama, hasta la fecha las delegaciones de Rusia y Estados Unidos han celebrado varias rondas de conversaciones.