El centro de congresos aparece rodeado de extraordinarias medidas de seguridad, puesto que allí se celebra la conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático, que reúne a líderes mundiales de 200 naciones.
La Policía danesa, que habían anticipado la asistencia de 60.000 participantes en la marcha, detuvo a casi mil individuos por arrojar piedras y reventar escaparates. Los alborotos provocaron rápidas detenciones y unos 50 antidisturbios intervinieron, según reportó Sky News citando fuentes policiales.
Las pancartas de los protestantes mostraban consignas que urgían a los líderes mundiales a resolver las enormes diferencias que impiden llegar a un acuerdo global; acuerdo al que se pretendía llegar a final de la convención, que terminará el 18 de diciembre.
En la multitudinaria marcha de Copenhague no sólo participaron activistas climáticos, sino que a ella también asistieron grupos sociales y políticos diversos. Las consignas políticas de la marcha también fueron variopintas. Un cántico en inglés y árabe llamaba a derrocar a la República Islámica Iraní; otros aprovechaban para pedir la independencia del Tíbet, mientras que algunas promovían la dieta vegetariana. En otras pancartas se podía leer “Bla, bla, bla”; “Actuad ya!” o “La naturaleza no se compromete”.