El piloto español Fernando Alonso (Renault) tendrá a partir de mañana y hasta el próximo miércoles la oportunidad de ultimar la preparación de su R28 en el circuito de Montmeló de cara al inicio del Mundial el 16 de marzo en Melbourne (Australia). Los entrenos en el trazado catalán del 25, 26 y 27 de febrero serán los últimos antes del inicio del Mundial y por tanto se espera que las escuderías pongan toda la carne en el asador para no dejar nada a la improvisación, y poder enmendar los errores cometidos en las últimas pruebas.
Así, Fernando Alonso tratará de solucionar su falta de agarre y de tracción en la salida de las curvas a las que ya se refirió tras las anteriores pruebas en Barcelona. Y el segundo problema que tendrá que afrontar el asturiano será la suspensión. Al R28 se le incorporarán unas nuevas suspensiones traseras modificadas para el estilo de conducción del bicampeón mundial, que deberá adaptarse a la tendencia del coche a ir recto en las curvas. Su monoplaza será más difícil de conducir, pero más efectivo si consigue adaptarlo al 'estilo Alonso'.
El del Principado, que no se ha mostrado muy optimista de cara al inicio de la temporada en la que no se considera favorito, tendrá que seguir los pasos de los Ferrari y de McLaren, que han sido los más rápidos en las últimas pruebas. A pesar de todo, McLaren no acudió a la última cita en Montmeló con Lewis Hamilton, ni Ferrari con Raikkonen, que mañana contará con un probador de lujo, el heptacampeón alemán Michael Schumacher. Las balas rojas, que estuvieron un día más en Montmeló durante la última semana, marcaron registros muy notables, pero también dieron muestras de debilidad.
Una fuga de aceite inmovilizó el monoplaza de Luca Boader, probador de la casa transalpina, que no pudo completar la simulación de Gran Premio que Ferrari planeó el pasado viernes, aunque bien es cierto que Felipe Massa, por su parte, paró el crono en un tiempo de 1:20.508, casi un segundo menos que el resto de pilotos que rodaron un día antes. Por tanto, será el trazado de Montmeló quien determine el estado de forma de los monoplazas y de los pilotos antes de que Australia ponga cada uno en su sitio, en un temporada que está llena de dudas y en la que Fernando Alonso será toda una incógnita.