Con motivo de la jornada de huelga de trenes convocada en Renfe y ante la cancelación de más de 320 ferrocarriles, conviene recordar a los pasajeros que se han visto afectados cuáles son sus derechos y qué deben hacer si quieren interponer una reclamación. Estas son las opciones que detalla la compañía online de servicios legales reclamador.es:
En caso de cancelación de un viaje en tren, independientemente de que éste se produzca como consecuencia de una huelga, y según se establece en el Reglamento (UE) nº 1371/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de octubre de 2007 sobre los derechos y las obligaciones de los viajeros de ferrocarril, el viajero tendrá derecho a que se le devuelva el precio pagado por el servicio. Es decir, a que se le reintegre el precio de su billete.
Además, la empresa de ferrocarriles está obligada a proporcionar un método de transporte alternativo si no puede finalizar el viaje en el tren. Así como la manutención en comida y bebidas.
El plazo para pagar estas indemnizaciones es de un mes desde que se presente la reclamación
En cuanto a los retrasos, Renfe mantiene un compromiso de puntualidad voluntario con sus usuarios que mejora las condiciones mínimas (de duración del retraso y del importe de la indemnización) de dicho Reglamento. De este modo, se compromete a efectuar distintas devoluciones económicas, en función de las demoras y del tipo de tren en el que se produzcan –AVE, Alvia, AV City y Euromed–.
Por ejemplo, en el caso de demoras en los trenes AVE, Renfe se compromete a:
- abonar al usuario el 50% del precio del billete si la demora supera los 15 minutos.
- devolver el 100% del precio del billete al viajero cuando el retraso supere la media hora.
Además de la devolución del precio del billete, ¿se puede pedir una indemnización?
Por lo general, los afectados no tendrán derecho a recibir una indemnización. Es decir, no podrán reclamar una compensación económica adicional al reintegro del dinero pagado por el billete de tren.
Sí podrán reclamarse, en cambio, los gastos derivados de la huelga, como: posibles noches de hotel, jornadas laborales que no se hayan podido desarrollar a causa de la cancelación o el retraso del tren, o la pérdida de conexiones. Por ejemplo, perder un avión o un segundo tren a causa de los retrasos derivados de la huelga.