Con el candidato Santos, llegó la polémica

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Las próximas elecciones presidenciales que vivirá Colombia parecen no sólo afectar a los colombianos. Las relaciones de este país con el resto de Estados de la región dependerán en gran medida del nombre del nuevo mandatario colombiano. Reflejo de ello es la última polémica surgida con las declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien advirtió de “una guerra” en la región si el elegido para la Presidencia colombiana resultaba ser Juan Manuel Santos, candidato por el Partido de la U y ex ministro de Defensa colombiano .

Estas palabras no han gustado en Colombia, donde el actual presidente, Álvaro Uribe, tachó las declaraciones de su homólogo venezolano de “ofensa al pueblo colombiano”.

“Es una ofensa al pueblo colombiano que un gobierno extranjero trate de coaccionar su libre voluntad política para elegir al próximo presidente de la República con intimidaciones de guerra”

, indicó el mandatario colombiano al término del Consejo de Seguridad celebrado en Puerto Barrio, departamento de Antioquía.

Uribe advirtió de que el pueblo colombiano “no va a aceptar ese chantaje” y expresó su “rechazo” a lo que calificó de “injerencia de un Gobierno extranjero”. “El pueblo colombiano es un pueblo que vota en conciencia, teniendo en cuenta lo que cada ciudadano considere”, señaló en declaraciones recogidas por el servicio de prensa de la Presidencia colombiana.

“Esa intimidación, esa indebida injerencia de un gobierno extranjero, ofende al pueblo colombiano, ofende a todos los candidatos, independientemente de que sean candidatos que compartan o que estén en oposición a las tesis de Gobierno”, apostilló el presidente de Colombia.

Por su parte, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, continuó este lunes con el cruce de acusaciones y afirmó que él no está intentando intervenir en los comicios presidenciales del país vecino, sino que son los propios políticos colombianos los que le están utilizando a él como tema de campaña.

“Conmigo se están metiendo porque ahora en casi todos los países del continente cuando llegan las elecciones me agarran a mí, a Chávez. No me agarran a mí, sino al fantasma Chávez, el otro, el tirano, el dictador, el caudillo, ese fantasma creado por el imperio yankee. Me agarraron de fantasma. El fantasma Chávez”, aseguró el mandatario, que destacó que él no tiene ninguna intención de entrometerse en “situaciones internas”, en referencia a Colombia.

“Como dijo el señor [Rafael] Pardo [candidato del Partido Liberal a las elecciones colombianas], fue el mismo Gobierno el que incorporó a Chávez en la campaña interna de Colombia”, agregó el mandatario venezolano en un acto con militares, informan medios locales.

El principal afectado por la polémica, Juan Manuel Santos, ha preferido no pronunciarse acerca de las declaraciones de Hugo Chávez. El aspirante a ocupar la Casa de Nariño se limitó a decir que “a palabras necias, oídos sordos” ante las preguntas de los periodistas que le interrogaban sobre las últimas palabras de Chávez.

Polémica también desde Ecuador

Sin embargo, no sólo desde Venezuela llegan voces críticas con el candidato del Partido de la U. En Ecuador, la Justicia ha ratificado la orden de prisión preventiva contra Juan Manuel Santos por autorizar en 2008, cuando era ministro de Defensa, un ataque del Ejército colombiano en suelo ecuatoriano. Dicho ataque se produjo con el objetivo de capturar a un destacado cabecilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero no contó con el permiso del gobierno de Ecuador.

La corte provincial de Justicia de Sucumbíos acusa a Santos, en calidad de ex ministro de Defensa, y a otros altos cargos militares colombianos, como el comandante del Ejército, el general Freddy Padilla, de ser los autores “intelectuales” del ataque que en marzo de 2008 ejecutó el Ejército colombiano contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano en que murió el considerado en aquel momento número dos de la guerrilla, Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes. En este ataque murieron un total de 26 personas, entre ellas un ciudadano ecuatoriano.

Tras este incidente, que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Ecuador, en este último país se abrió un proceso judicial contra los altos mandos políticos y militares que ordenaron dicho ataque, a los que se acusó de atentar contra la seguridad del Estado y contra los que se cursó una orden de detención preventiva, informa Caracol Radio.

Esta orden iba a ser apelada este lunes por la Defensuría Pública,

que se encarga de defender a Santos, pero esto no pudo realizarse debido a que el letrado de oficio que se le asignó al mandatario colombiano, Walter Lombeida, no se presentó en el juzgado alegando problemas familiares inaplazables.

Este proceso judicial supone un obstáculo para la normalización de relaciones entre los dos países tras el incidente de marzo de 2008. Sin embargo, tal como afirmó el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, lo más probable es que esta normalización no se produzca hasta después de los comicios presidenciales colombianos del 30 de mayo, en los que Santos es uno de los claros favoritos.