Los ojos del mundo se han vuelto hacia Guatemala por el impacto que ha supuesto el vídeo de Rodrigo Rosenberg, donde anunciaba su propia muerte y acusaba directamente al gobierno de Álvaro Colom.
Ante el hecho, la reacción de la clase política guatemalteca no se ha hecho esperar. Según informa el diario Prensa Libre, entre los más críticos se encuentra Otto Pérez Molina, del Partido Patriota, que pide la dimisión del presidente Colom. Otros, como Nineth Montenegro del partido Encuentro por Guatemala, no quieren pronunciarse hasta que se produzca una investigación independiente y legal.
Entre los políticos consultados por el periódico guatemalteco, destaca la opinión de Fritz García Gallont, secretario del partido Unionista, quien declaró que muchas de las acusaciones no tienen ningún fundamento.
La importancia de una investigación imparcial es fundamental para aclarar sucesos como el ocurrido. Por ello, la Comisión Internacional de Impunidad (Cicig) ha pedido la colaboración de la Inteligencia estadounidense, quien ya ha mandado a un investigador del FBI. El primer paso de la investigación de la agencia con el FBI será aclarar la veracidad del vídeo, el cual ha recorrido ya medio planeta.
Tras las críticas de la oposición y de la propia familia del fallecido, algunas de las autoridades guatemaltecas tratan de salvaguardar la independencia de las investigaciones apartándose del caso. Una de ellas es la fiscal Claudia Muñoz que ha dejado la investigación, ya que es novia del portavoz de la Presidencia. Además, fuentes del Ministerio Público anticiparon que el caso podría salir de la Fiscalía de Delitos contra la Vida para pasar a formar parte de la Fiscalía Especial de la Cicig.