Crisis en Fukushima
El jefe del Gobierno nipón ha informado a lo largo del lunes de una nueva explosión en la central nuclear de Fukushima, a 240 kilómetros al norte de Tokio. Once personas han resultado heridas, a pesar de que según informaba Yukio Edano a los medios de comunicación no hay daños en los contenedores del reactor y el núcleo del mismo permanecía “intacto”.
De nuevo se descarta una fuga masiva de radiación, pero cada día son más los habitantes de áreas cercanas que han tenido que ser evacuados. Son casi 200.000 personas en todo el país, la mayor parte de la región a la que pertenece la central de Fukushima.
Por seguridad, tanto las autoridades japonesas como la Agencia de Seguridad Nuclear han instado a toda la población que habita en el radio de menos de 20 kilómetros de la central a no abandonar sus hogares al menos hasta que sean evacuados.
No en vano ya son tres días seguidos de emergencia nuclear y entre la población, sobre todo de la capital (no tan distante de la central) empieza a cundir el pánico y un cierto temor a una lluvia ácida, que por otra parte no ha sido confirmada por la Agencia Meteorológica japonesa. Además los problemas en dos de los reactores continúan por el fallo de refrigeración para lo que se está empleando agua de mar como último recurso.
Y por si fueran pocos los problemas con Fukushima, en las últimas horas la central de Tokai, a nada más que 120 kilómetros de la capital japonesa ha anunciado que también tiene los mismos problemas de refrigeración en su reactor número dos. Mientras, en el epicentro del terremoto, en Sendai, las autoridades también han observado un aumento en los niveles de radioactividad de la central nuclear de Oganawa, a 70 kilómetros de la ciudad, problema que Tokio ha confirmado al Organismo Internacional de la Energía Atómica ya resuelto.
A lo largo del lunes el Gobierno ya ha reconocido como algo “probable” una fusión del nucleo de los dos reactores afectados en Fukushima. Habrá que esperar a las próximas horas.
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