Cuenta atrás en Logroño para la posible devolución de fondos europeos del carril bici: el Ayuntamiento revierte su seña de identidad en Duquesa de la Victoria

Las actuaciones en el eje ciclista este-oeste de Logroño continúan a un mes y medio de fin de año y, por tanto, de la fecha límite marcada por Europa para que los proyectos financiados con fondos europeos estén terminados. En la calle Duquesa de la Victoria, el Ayuntamiento del PP de Logroño está realizando algunas modificaciones en su propio proyecto. Cambios que desde la concejalía competente defienden como “modificaciones menores” que habitualmente se desarrollan durante el trascurso de las obras, pero que parecen recordar al proyecto inicial impulsado por el PSOE.

En concreto, se ha construido ya una isleta a la altura de la intersección con Juan XXIII y, tal y como ha confirmado el Ayuntamiento de Logroño, se harán otras dos a la altura del Colegio Duquesa de la Victoria y del Carpa. Son actuaciones con bolardos y pinturas que tienen el objetivo de “reducir la velocidad del tráfico y mejorar la seguridad”, explica el concejal de Urbanismo, Íñigo López-Araquistáin. En la práctica, estas tres actuaciones, que no estaban en el proyecto licitado, recuperan el trazado sinuoso que el actual equipo de Gobierno había rechazado. La continuidad lineal de circulación en toda la vía fue una de las señas de identidad del proyecto del PP de adecuación de la calle para consolidar el eje ciclista, eliminando los tramos de trazado sinuoso que el proyecto socialista utilizaba para reducir la velocidad. Ahora, el Ayuntamiento del PP recupera este mismo objetivo con tres isletas que no estaban planteadas.

Todo ocurre ante la sombra de la amenaza de perder fondos europeos. Este verano, el Ministerio de Transportes presentó un requerimiento al Ayuntamiento de Logroño, para pedir información sobre las obras en Duquesa de la Victoria tras una denuncia “anónima”. El Ministerio exigía al Consistorio logroñés que justificase que se están cumpliendo las bases por las que obtuvo la subvención para la ejecución después de hacer hecho cambios en el proyecto inicial.

El concejal Íñigo López-Araquistáin niega que las nuevas actuaciones sean un intento de no perder fondos europeos. En este sentido, justifica que “lo que se presentó para optar a los fondos europeos fue una memoria con un anteproyecto basado en la experiencia táctica pero que no tenía por que ser igual”. “El anterior gobierno no comunicó los cambios introducidos y tanto su proyecto como el nuestro cumplen esa memoria, con el añadido de que nosotros hicimos participación ciudadana”, continúa. En concreto, López-Araquistáin señala que la memoria incluía sistemas de reducción del tráfico, pero no que tenían que ser trazados sinuosos, “pero es cierto que al ir haciendo la obra se vio que había puntos en los que era necesario reducir la velocidad y por ello se implantaron las isletas”, apunta. “No se ha hecho que estemos preocupados porque sin eso también cumple la memoria, lo decidimos añadir para la seguridad del tráfico”, concluye el concejal.

La rígola amplía el carril bici

La otra clave de la modificación del PP para Duquesa de la Victoria fue la disposición del carril bici, que apuesta por un carril bidireccional segrergado en el lado izquierdo de la calle, según el sentido de la circulación. Una decisión que para las asociaciones de usuarios de la bicicleta supone “una marcha atrás de cuarenta años a las políticas de movilidad”. Y es que, según explican desde Logroño en Bici, “esta solución está expresamente desaconsejada en calles en las que hay muchas intersecciones, como es el caso del tramo de Duquesa de la Victoria en el que se está actúando, donde hay once”. “Aunque de una sensación de seguridad a personas que no usan habitualmente la bicicleta, está estudiando que este carril multiplica por diez el riesgo”, aseguran.

En este carril bici se ve otra nueva intervención de la calle: se está ampliando la anchura del carril bici utilizando la rígola de recogida de aguas, la unión entre el firme y la calzada. En varios tramos de la calle se ha puesto una resina asfáltica de la que se pondrán tres capas con el objetivo, según el concejal de Urbanismo, “de regularizar la anchura de la rígola por una cuestión estética, ya que había diferencias entre tramos, y de mejorar la seguridad, al ser este material antideslizante”. López-Araquistáin niega que esta actuación se trate de una ampliación del carril bici, pues “ya cumple la normativa sin tener en cuenta esta parte de la rígola”. Sin embargo, la Guía de recomendaciones para el diseño de infraestructura ciclista del Ministerio de Transportes (puesto que aún no hay normativa específica en este ámbito) recoge una anchura mínima del carril bici bidireccional en calle de 2,60 metros y el de Duquesa de la Victoria mide 2,40, a los que los 20 centímetros de rígola asfaltada hacen cumplir la recomendación.

En concreto, el espacio recomendable mínimo es de 3,05 metros para vías de un carril por sentido. Sí se cumple en Duquesa de la Victoria la recomendación de 30 centímetros de resguardo con el carril del tráfico motorizado y otros 30 centímentros de resguardo en el otro lado, que corresponden al tramo de rígola que ha quedado sin resina asfáltica, pero para alcanzar el ancho mínimo del carril hay que tomar los 20 centímetros de rígola en los que se está actuando. Además, el uso de este tramo para ganar anchura al carril bici se constanta además por la simetría del carril bidireccional: el carril a favor del sentido de circulación mide 1,30 y el contrario, 1,05, por lo que de nuevo la rígola completa el segundo carril.

Ante esta situación, desde Logroño en Bici afean que para ganar anchura del carril bici se haya tomado la rígola en vez de restarle espacio al coche, lo que para ellos significa “un gesto más de arrinconar a las bicis y favorecer la doble fila”. Además, mientras el Ayuntamiento de Logroño defiende que el objetivo es ganar seguridad, este colectivo de usarios advierte que “es peligroso porque está inclinado y se acumula suciedad, hojas, agua...”.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Logroño mantiene su postura de defender que la actuación en Duquesa de la Victoria “no contradice ni incumple ninguno de los criterios básicos que marcaban las bases de concesión a la hora de realizar el proyecto que se ha adjudicado”, como señaló el concejal de Administración Pública, Francisco Iglesias, al conocer el requerimiento. Desde el consistorio, siguen manteniendo lo que aseguró el propio alcalde Conrado Escobar a finales de septiembre, que el proyecto “no solo cumple los objetivos de financiación sino que mejora los estándares ciclopeatonales de los que partía”. Mientras, el tiempo para fin de año y para ver que pasa con los fondos europeos se agota.