La situación que está viviendo la región noroeste de Sudán, Darfur, es cada vez más preocupante. El conflicto que divide a las partes parece estar lejos de alcanzar un proceso de paz o al menos así lo han manifestado desde Naciones Unidas. Según afirma el jefe de la Misión Conjunta de la ONU y la Unión Africana para Darfur (UNAMID), Ibrahim Gambari “el proceso de paz de Darfur se encuentra en un punto crítico y precisa de la voluntad de todas las partes implicadas para seguir avanzando y lograr una estabilidad duradera en esa región sudanesa”.
Durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el enviado consideró que si bien el entorno de seguridad se ha deteriorado en la región, las perspectivas de un acuerdo negociado parecen haber mejorado ligeramente.
“La sociedad civil está más involucrada que nunca en las conversaciones de paz en Doha, el gobierno de Sudán está mostrando un compromiso renovado con las negociaciones y los líderes de la mayoría de los movimientos armados de oposición están participando o han expresado interés en participar en las pláticas”, dijo Gambari.
En este sentido, pidió al Consejo que inste nuevamente al Movimiento Justicia e Igualdad a reintegrarse al diálogo, y que urja al grupo SLM-Abdul-Wahid a sumarse sin condiciones a este proceso por el bien de Darfur.
El diplomático también recordó que la labor de UNAMID de proteger a la población civil y facilitar el trabajo humanitario necesita tanto de mayores recursos como de la voluntad de todas las partes del conflicto.
Por otra parte, Gambari recordó que el gobierno de Sudán tiene la responsabilidad de resolver las causas de origen del conflicto en Darfur con inversiones para el desarrollo y reiteró la importancia de que implemente estrategias de fondo para combatir la marginación política y socioeconómica en la región.
Nuevo ataque rebelde
Pese a estos esfuerzos que destaca Gambari, la situación de inestabilidad que vive la región ha quedado nuevamente patente en el último ataque rebelde.
Un grupo de insurgentes se apoderó el pasado lunes de un helicóptero con cuatro tripulantes rusos y cinco pasajeros sudaneses, según informó este martes el Ministerio de Exteriores ruso, precisando que el aparato pertenecía a la compañía rusa UTair y había sido contratado por la ONU para llevar suministros a sus tropas y las de la Unión Africana.
“Según nuestra información, no hay víctimas, y el aparato está intacto”, afirmó el Ministerio. Por el momento no hay más detalles del incidente. Según el Ministerio, la Embajada rusa en Sudán está intentando “aclarar la situación y garantizar que las autoridades sudanesas actúan para liberar a los ciudadanos rusos retenidos por los insurgentes”.